El árbol pho, el amuleto para la lotería en Tailandia

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photo_camera El árbol pho en el templo Bang Kung.

Se ha ganado el apelativo de "sagrado" y "mágico" por los jugadores que le llevan incienso, flores y polvos de talco.

En vísperas del 1 y 16 de cada mes, cuando se celebra el sorteo de la lotería en Tailandia, el templo Bang Kung se anima de visitantes con ofrendas para rogarle al árbol pho (ficus religiosa) que le revele la cifra ganadora.

El ejemplar tailandés, de la misma familia del que cobijó a Siddhartha Gautama antes de alcanzar el nirvana, según la leyenda, tiene más de cien años de antigüedad y se ha ganado el apelativo de "sagrado" y "mágico" por los jugadores que le llevan incienso, flores y polvos de talco.

Crece irregular y frondoso sobre las paredes de un sagrario del templo, situado a unos 85 kilómetros al suroeste de Bangkok, y que ha acabado por adoptar el nombre tailandés de "Bot Prok Pho" (capilla principal cubierta del árbol pho).

"Le eché el polvo (de talco) al árbol, calmé mi mente y deseé que se aparecieran los números en cuanto frotara mis manos", explica  la jugadora tailandesa Somtawin Sangshusri.

"Al poco, me salió un 3 y luego un 0. Me compré un décimo que terminaba en 30 y sorprendentemente resultó que logré cobrar un premio de 2.000 bats (52 euros o 27 dólares)", añade la mujer.

"Es importante que tengas la fe, sino no te saldrá el número," agrega Somtawin, que, tras ganar en la lotería, le llevó al árbol flores y telas de siete colores en agradecimiento por su buena fortuna.

Los apostadores, con la ilusión de aumentar las posibilidades de ganar en el juego, se aferran a supersticiones y otras prácticas bajo la creencia general de que si se venera y se muestra respeto a los objetos litúrgicos recibirán a cambio suerte y fortuna.

El sorteo de la lotería nacional es el juego de azar más extendido y popular entre los tailandeses, por encima de cualquier otro.

La primera rifa se remonta a 1832, cuando el Gobierno la promovió para mejorar la recesión económica que sufría el país.

Desde entonces, la lotería nacional se ha generalizado y cambiado poco a poco hasta formar parte de la cultura popular, y se juega de generación en generación.

Un total de 19,9 millones de tailandeses, de una población de 67 millones de personas, jugaban a la lotería nacional en 2013, una cantidad superior con diferencia a cualquier otro sistema de apuestas de azar disponible, según datos del diario local Thai Rath.

La gran mayoría de los jugadores considera la lotería nacional como una opción alternativa para contribuir a la economía familiar.

Un número sencillo cuesta 80 bats (2 euros o 2,3 dólares) y, si se tiene suerte, se puede ganar 3.000.000 bats (78.000 euros o 85.706 dólares).

Nadie tiene una explicación científica de por qué el árbol pho del templo Bang Kung revela los números a un creyente determinado y a otro no, pero es un hecho que se ha convertido en uno de los más venerados del país por parte de los jugadores de apuestas de azar

"No voy a rendirme; aunque no me salieran los números, me apetecía probarlo. Espero tener suerte algún día pronto", comenta con una sonrisa Somchoke Siangchin, un jugador que reside en Bangkok.

El ficus religiosa del monasterio de Bang Kung no es el único de Tailandia considerado un lugar de peregrinaje por los apostadores, en Bangkok, los más famosos son los santuarios de Chong Ang (cobra real) y Yee Ko Hong. 

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