ENOLOGÍA

Bodegas submarinas, vinos para sibaritas que refuerzan la vida marina

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photo_camera Los vinos submarinos.

Los vinos elaborados en bodegas submarinas se han convertido en un tesoro de la enología que sólo está al alcance de unos pocos

Los vinos elaborados en bodegas submarinas se han convertido en un tesoro de la enología que sólo está al alcance de unos pocos y que además de ofrecer una textura y un sabor muy diferente a los caldos convencionales ayuda a regenerar las especies marinas.

Las bravas aguas del mar Cantábrico guardan la bodega Crusoe Treasure, unas instalaciones de 500 metros cuadrados que llevan más de cinco años madurando vinos en los fondos marinos y que hoy presentan sus productos estrella en la Feria del Vino y la Alimentación Mediterránea de Torremolinos (Málaga).

La bodega de Crusoe Treasure "tiene todo lo que necesita una bodega para funcionar", destaca el experto, que explica que las barricas en las que se guarda el vino conforman un arrecife artificial en el que "viven actualmente 1.500 especies marinas".

"Toda la bodega está diseñada para que configure un arrecife artificial, es decir, una estructura que ayuda a las especies marinas a que se reproduzcan y colonicen una zona que estaba muy esquilmada por la pesca", comenta el gerente de la bodega, Borja Saracho, en declaraciones a Efe.

Según el gerente, ésta es la única bodega submarina en el mundo, ya que "hay empresas que están metiendo botellas en el mar, pero no tienen registros sanitarios ni infraestructuras submarinas".

"Vinos muy sedosos , muy aromáticos y con colores muy intensos", eso es lo que, según las palabras de el empresario, se consigue en esta bodega.

Estos caldos, que permanecen bajo el mar alrededor de un año, "tienen lo mejor de un vino de gran reserva y el aroma y color de uno joven", una mezcla que según el innovador empresario "sorprende mucho a los expertos del mundo de la enología".

Durante su ponencia-cata de hoy, Saracho ha mostrado cuatro vinos tintos con procedencia distinta, unos elaborados con uvas de Rioja y otros de Ribera del Duero y con diferentes estancias en el mar, con el objetivo de que los expertos comprueben "la evolución que aporta el proceso".

Según el experto, los vinos submarinos son un producto del que "por sus limitaciones y complejidad de producción no se elaboran muchas botellas, pese a que tienen mucha aceptación en mercados internacionales y en el mundo del lujo".

"No es un vino para tomar de aperitivo", aclara el empresario, que indica que el precio medio de una botella elaborada bajo el mar ronda los 180 euros, por lo que los clientes habituales suelen ser coleccionistas, amantes del buen vino y admiradores de los productos diferenciados.

Uno de los principales nichos de mercado que ha encontrado este tipo de vinos es la internacionalización, y es que Rusia y algunos países asiáticos se han convertido en sus principales clientes.

Las bodegas submarinas comienzan a abrirse camino en la enología, un mundo generalmente muy tradicional donde cada vez están más presentes tendencias innovadoras que luchan por conquistar a los paladares más exquisitos y exigentes.

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