La crisis reduce las vacaciones pero no la “paga" de los hijos

Las familias reclaman más recursos, porque son las que "pagan" la actual situación económica

La mayoría de las familias españolas, siete de cada diez, decidió reducir el dinero dedicado a vacaciones "mucho" o "bastante" desde el comienzo de la crisis pero más de la mitad reconoce que no bajó la paga o asignación económica que da a sus hijos. Así lo destacó ayer el presidente nacional de la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (Concapa), Luis Carbonel, durante la presentación del cuarto barómetro sobre educación y familia, centrado en esta ocasión en el estudio de idiomas y la incidencia de la crisis económica.

Es "unánime" la opinión entre los encuestados de que las familias necesitan mucho más recursos ahora porque son las que están "pagando la crisis", según Carbonel, que resaltó que si la situación se está remontando a nivel macroeconómico, "no es así a nivel micro". Ayudas para la compra de libros de texto, sobre todo para los desempleados, bonificaciones fiscales u otro tipo de ayudas de las administraciones como un salario mínimo a las familias con personas dependientes o a las embarazadas, y el que las entidades bancarias cedan viviendas desocupadas a precios sociales a parados son algunas de las propuestas de las familias que recoge la encuesta.

"Se gasta menos" pero el dato "no es muy desesperanzador", dijo el director técnico del estudio, Fernando González, que apuntó que irse de vacaciones "no es obligatorio", a pesar de que forma parte de la cultura española. "Se puede reducir el dinero pero no dejar de ir de vacaciones", añadió.

A la propia Concapa le ha "sorprendido", por otro lado, que el 52,3 % de las personas con hijos no haya reducido la paga que les dan, a pesar de que el 47,7 % lo hicieron "mucho" o "bastante".

Por otra parte, una de cada tres personas manifestó que comenta con sus hijos las dificultades económicas y laborales que atraviesa la familia.

La mayoría de los encuestados -ocho de cada diez- respondió asimismo que la escasa natalidad, el aumento de la esperanza de vida y el paro dificultarán el recibir la jubilación en el futuro. El "invierno demográfico" preocupa mucho pero contrasta con la "escasa valoración" hacia la familia y la maternidad por parte del Estado, ha dicho Carbonel.

El 79,4 % de los entrevistados está de acuerdo en que las administraciones incrementen el apoyo económico a las familias, y el 43,8 % ve más económico el cuidado de un familiar dependiente a cargo de la propia familia que de la Administración. El 76 % responde que ese cuidador debe percibir un salario. También el derecho de una mujer embarazada (desde el cuarto mes) a recibir una ayuda económica equivalente al menos al salario mínimo es secundado por el 46,6 %, aunque el 53,4 % están algo o nada de acuerdo. Y el 71,9 % quiere que se bonifique fiscalmente a las empresas que contraten a mujeres que, por razones de maternidad, hubiesen dejado temporalmente su empleo.

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