EDUCACIÓN

Los rectores ven ‘imprudente' la nueva reforma universitaria

El decreto del Gobierno permite a los centros implantar grados de tres años y másteres de dos

La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) se reafirmó ayer en su oposición al Decreto de de ordenación de los estudios universitarios que aprobará hoy el Consejo de Ministros, a petición del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y que permitirá implantar grados de entre tres y cuatro años en las universidades, en lugar de los cuatro preceptivos hasta ahora. Un portavoz de la CRUE explicó que la conferencia convocó una asamblea extraordinaria de los rectores para el próximo lunes, 2 de febrero, para valorar la aprobación del decreto.

El pasado mes de octubre, la Conferencia de Rectores pidió al ministerio actuar "sin prisas" y aseguró que los rectores "no quieren llegar a un punto en que todas las universidades tengan que ponerse de acuerdo para no aplicar el decreto". "Esto no tiene que hacerse por mala voluntad, sino por convencimiento", afirmaba. 

Según había manifestado la institución en ocasiones anteriores, sería "imprudente" reformar el sistema de titulaciones universitarias cuando apenas han finalizado sus estudios las primeras generaciones del Plan Bolonia y todavía quedan estudiantes del plan anterior en las universidades. 

"No se ha hecho estudio previo y las indicadores previos que tenemos lo desaconsejan", aseguraban algunos de los rectores de la conferencia, cuya opinión es que la nueva normativa generará "caos" en las universidades y en el reconocimiento de los títulos.



CONVERGER CON EUROPA

El real decreto que aprobará previsiblemente hoy el Gobierno, según el Ministerio de Educación, Universidades y Formación Profesional, permitirá a las universidades ofertar grados de tres años más másteres de dos años, junto a la actual oferta de cuatro más uno, para converger con Europa, una reforma que tiene el rechazo de una gran parte de la comunidad educativa.

La secretaria de Estado de este ministerio, Monserrat Gomendio, explicó ayer que las universidades tendrán la potestad de reducir la duración de algunos grados de cuatro a tres años y de implantar másteres de entre 1 y 2, unas modificaciones que podrán acometer si quieren y cuando quieran. 

Recordó -en una entrevista en la Cope- que durante la implantación del Plan Bolonia, en 2007, España optó por un "sistema rígido" que obligaba a que los grados fuesen de 4 años y los másteres de 1, a diferencia de las entonces licenciaturas de 5 años y las diplomaturas de 3 años. Sin embargo, los países más avanzados se decantaron por un sistema más flexible donde los grados duran 3, 4 o 5 años y los másteres entre 1 y 2 años, ha resaltado.

Gomendio rechazó las críticas contra el decreto y aseguró que la flexibilización de grados será voluntaria para las universidades y no supondrá un mayor gasto a las familias ya que en muchos casos se reducirán de cuatro a tres años. "Insisto en que es voluntario (la introducción de cambios en la duración de los grados) y las universidades la podrán hacer cuando crean oportuno y si quieren", explicó al ser preguntada por las quejas de los rectores que piden más tiempo para la aplicación. 

En cuanto al mayor coste para las familias, Gomendio también rechazó estas críticas. "La totalidad de los estudiantes de los grados que pasen de cuatro a tres años no tendrán que pagar un año adicional", indicó Gomendio que cifró en 150 millones de euros la cantidad que pagan las familias "por ese año adicional a los que hay que sumar los gastos de mantenimiento y transporte". Negó también que el objetivo sea reducir el número de profesores y e incidió en que el objetivo que se busca "es converger con el resto de Europa, donde hay mejores rendimientos".
 

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