SERVICIOS DE NAVEGACIóN

Cuenta atrás para los primeros satélites de navegación Galileo

photo_camera Imágenes de los cúmulos estelares captados por el observatorio europeo (Foto: G.Beccari)

El competidor europeo del GPS y del Glonass ruso pondrá en órbita nuevos sistemas operativos 

Los dos primeros satélites operativos de la constelación Galileo, competidor europeo del GPS estadounidense y del Glonass ruso, despegarán para sumarse a los cuatro de prueba que ya están en órbita, con el objetivo de comenzar a ofrecer servicios de navegación y posicionamiento a finales de 2015.

"Estamos empezando lo que se llama la fase de despliegue final", explicó ayer en una conferencia de prensa telefónica el gerente del proyecto Galileo, el ingeniero español de la Agencia Espacial Europea (ESA) Javier Benedicto.

Los satélites Doresa y Milena, de 750 kilos cada uno, despegarán a bordo de un cohete ruso Soyuz Fregat desde el Centro Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana francesa, lanzamiento que se podrá seguir en directo a través de la web www.esa.int. Si no hay imprevistos, llegarán a la órbita que les corresponde, a una altitud de 23.500 kilómetros, transcurridas 3 horas, 47 minutos y 47 segundos.

La familia Galileo se ampliará de esa forma hasta un total de seis miembros: cuatro satélites de prueba y de validación de órbita, lanzados por parejas en 2011 y 2012, y los nuevos aparatos, los primeros de la fase de capacidad plena de operaciones.

Por ahora se cumple el programa de la ESA, con sobrecostes y algún problema en uno de los satélites de prueba que se está investigando, por lo que a Doresa y Milena les seguirá otra pareja antes de finales de año y entre seis y ocho satélites más en 2015.

El despliegue de la constelación proseguirá a un ritmo de siete u ocho satélites lanzados cada año desde Kurú, con cohetes rusos Soyuz y europeos Ariane 5, mientras, en paralelo, se completarán los elementos del segmento terrestre.

Hasta 30 en 2020

La constelación completa, que cristalizará en 2020 con un total de 30 satélites, ofrecerá un margen de error diez veces menor que la tecnología estadounidense, de origen militar e ideada en los años setenta, aunque ya hay dispositivos en el mercado que se adelantan a los acontecimientos y permiten combinar la señal de los sistemas GPS y Galileo.

La Comisión Europea estima que entre el seis y el siete por ciento del producto interior bruto europeo depende de sistemas de navegación por satélite, y cuenta con que irá en aumento. Por eso, en diciembre de 2013 aprobó una partida de 7.000 millones de euros suplementarios para programas de radio-navegación satelital entre 2014 y 2020, para un total de unos 13.000 millones de euros desde que arrancó el programa en 1998.

Bruselas justifica esa decisión porque espera que esa tecnología aporte "90.000 millones de euros en los próximos veinte años". Aún queda por saber qué ocurrirá cuando termine la vida útil de cada satélite, que se estima en doce años.

El sistema Galileo, sin embargo, no es el primer sistema de navegación por satélite con el que cuentan las agencias de Europa, que ya tienen operativo y en órbita el Egnoss. Se trata de una tecnología basada en tres satélites geoestacionarios que mejora en precisión al GPS y se utiliza esencialmente en el control del tráfico aéreo.

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