El papa y el patriarca armenio, sintonía entre dos iglesias separadas

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photo_camera El patriarca de Armenia y el papa, durante la visita. (EFE)

El obispo de Roma instó a avanzar hacia la unidad de estas dos iglesias cristianas pero separadas.

El papa Francisco y el patriarca de Armenia, Karekin II, han mostrado gran sintonía durante la visita del pontífice a este país caucásico en la que el obispo de Roma ha instado a avanzar hacia la unidad de estas dos iglesias cristianas pero separadas.

El papa argentino participó hoy en la sede apostólica de Etchmiadzin en la Divina Liturgia oficiada por el patriarca y, al término de la misma, ofreció un saludo en el que aseguró que su visita a Armenia ya es para él "inolvidable".

En su periplo, que concluye hoy, el obispo de Roma estuvo acompañado en todo momento por Karekin II, hasta el punto de alojarse en sus dependencias como ya lo hiciera Juan Pablo II en 2001.

El papa ha llevado su mensaje de paz y reconciliación a cuatro ciudades o localidades de todo el país, desde la capital, Ereván, hasta la septentrional Gyumri, la sacra Etchmiadzin o Khor Virap, frente al imponente monte Ararat.

En todos estos lugares el papa ha lanzado distintos mensajes, sobre todo de carácter ecuménico, pero su común denominador es el haber sido escenario de varios gestos de sintonía y buena relación entre Francisco y el "katholikós de Todos los Armenios".

El más reciente se ha producido este domingo, cuando el pontífice solicitó la bendición del patriarca al concluir la Divina Liturgia, un gesto de buena voluntad que se selló con un abrazo entre los dos, que llegaron al altar bajo palio y compartiendo algunas sonrisas.

Por otro lado el papa ha secundado con sus palabras una de las principales reclamaciones de la Iglesia armenia y ha aludido de nuevo al "genocidio" que los armenios padecieron a manos de los otomanos en 1915, un término rechazado taxativamente por Turquía.

También se vivieron momentos de complicidad el sábado durante la misa que el papa ofició en la septentrional Gyumri, el bastión católico de un país en el que los cristianos apostólicos son la mayoría frente a una minoría seguidora de Roma.

Tras dicha misa, el papa, que llevaba un "khatchkar" (cruz armenia de piedra) bordado en sus paramentos, invitó al patriarca a subir al "papamóvil" para recorrer juntos la plaza Vartanans, en la que miles de fieles de ambas iglesias les aclamaban.

Otra imagen que queda para la posteridad es la de los dos líderes regando juntos y entre sonrisas una vid plantada en una figura del Arca de Noé, al término del encuentro ecuménico de oración por la paz de ayer en Ereván.

El portavoz vaticano Federico Lombardi destacó hoy el buen clima entre ambos líderes e informó de que en la mañana del domingo celebraron la misa juntos en la sede del patriarcado, un hecho "muy importante" desde el punto de vista ecuménico.

Francisco es cabeza de la Iglesia Católica mientras que Karekin II lo es de la Apostólica armenia, separadas ambas desde el Concilio de Calcedonia del año 451 d.C, en el que se definió la doble naturaleza, divina y humana, de Cristo.

Con el tiempo, estas dos iglesias cristianas no muestran diferencias dogmáticas significativas sino que únicamente les divide la cuestión del primado de Roma, que establece la jurisdicción del papa sobre todos los cristianos.

Y por esa razón el pontífice argentino llegó a Armenia, para animar a su "hermano" el patriarca a que "la Iglesia armenia camine en paz y la comunión entre nosotros sea plena" pero, eso sí, sin "sumisión" o "absorción" de una iglesia sobre otra.

Esa sintonía quedó registrada de puño y letra del pontífice, que firmó en el "Libro de huéspedes" de Etchmiadzin y escribió: "Con gran alegría me he alojado aquí, acogido como en casa en estos lugares santos y benditos".

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