SOCIEDAD

El reto de recorrer Galicia en 48 horas para entregar una carta

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photo_camera El aventurero Jesús García Juanes inicia en A Coruña un nuevo reto con el que aspira a superarse otra vez más.

El buen tiempo anima hoy a este ponferradino radicado en la localidad lucense de Castroverde a comenzar esta aventura con la máxima emoción

El aventurero lucense Jesús García Juanes afronta desde esta tarde en A Coruña un reto con el que aspira a superarse nuevamente y que consiste en entregar una carta en Pontevedra en menos de 48 horas después de enlazar corriendo las cuatro provincias gallegas.

El buen tiempo anima hoy a este ponferradino radicado en la localidad lucense de Castroverde a comenzar esta aventura con la emoción que lo sigue enganchando a la superación personal ante nuevos desafíos, confiesa a Efe momentos antes de la partida.

Y es que correr los alrededor de 270 kilómetros que se ha propuesto no es la única aspiración de García Juanes. También quiere reivindicar el Día Mundial del Correo que se celebra el próximo día 9 de octubre transportando una carta y, quizá, dice, lo haga en el mismo tiempo que el correo postal.

"Para mi es un verdadero reto alcanzar en torno a 140 kilómetros diarios corriendo" para llevar una carta, sostiene, "como en el siglo XIX se hacía en Estados Unidos con el servicio de correo rápido Pony Express, en el que un jinete recorría al día entre 120 y 160 kilómetros con varios caballos. Yo pretendo hacer ese recorrido pero corriendo".

García Juanes (1960, Ponferrada) lleva consigo el sobre que le ha enviado un amigo desde Castellón y su misión es entregarlo a su destinatario cuando llegue a Pontevedra. Un acto meramente simbólico que combinará los medios clásicos con los nuevos medios, porque en cuanto pise la ciudad del Lérez la remitirá por correo electrónico.

El campus de Oza es el lugar donde comenzará esta aventura que discurrirá por las carreteras convencionales que conectan las cuatro estaciones capitales de Galicia.

Los trazados de estas vías "están muy estudiados para ahorrar kilómetros" y por eso hará "muy pocas variaciones" en su recorrido, augura García Juanes, que tan sólo modificará el trayecto en algunos lugares concretos cuando caiga la noche para acortarlo.

Para su avituallamiento llevará una mochila pequeña y prescindirá de furgoneta de apoyo, así como de asistencia externa y hoteles para descansar, "de ahí la dificultad de esta prueba, porque será una actividad sin asistencia", argumenta.

La primera noche de este reto, entre hoy y mañana, confía en no dormir nada y tan solo ha previsto dos horas libres por si las necesitara en la noche de mañana.

"Administraré el tiempo como pueda, no sé cómo lo voy a hacer", apunta instantes antes de su partida desde A Coruña.

Trece horas separan a García Juanes de Lugo, otras dieciséis de Ourense y diecinueve más de Pontevedra. "En total son 48 horas", resume.

Hace veinte años que este aventurero lucense barrunta la posibilidad de intentar batir sus propias marcas con este reto, que se suma a muchos otros que han conseguido que sus desafíos sean muy populares, y de hecho es conocido como deportista y aventurero.

Algunas de sus conquistas han sido dar doscientas vueltas a la Muralla de Lugo, la marcha de las cuatro catedrales, los 3.500 kilómetros en patinete profesional entre Lugo, París y Barcelona o los 3.000 en bicicleta en Lugo sin ningún avituallamiento para hacer un estudio sobre el gasto hídrico.

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