Los astrónomos miden cómo el Universo se expande y las galaxias se separan

El Universo se expande como una goma elástica al menos un 1 % cada 44 millones de años y las galaxias están cada vez más separadas, según un estudio realizado por un grupo internacional de astrónomos, entre los que figuran cosmólogos de la Universidad de Barcelona.

Los astrónomos han conseguido establecer la medida más precisa de la expansión del Universo cuando éste tenía una cuarta parte de su edad actual, que es de 13.800 millones de años.

Según ha informado la Universidad de Barcelona (UB), el equipo de astrónomos del proyecto internacional 'Sloan Digital Sky Survey' ha empleado 140.000 cuásares para medir la expansión del Universo.

Un cuásar (acrónimo del inglés quasi-stellar radio source) es una fuente astronómica de energía electromagnética, que incluye radiofrecuencias y luz visible.

En este estudio han participado Andreu Font Ribera, doctor por la UB e investigador posdoctoral en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de EEUU, y Jordi Miralda, investigador ICREA del Instituto de Ciencias del Cosmos de la UB (ICCUB).

Según Miralda, la medición precisa del ritmo de expansión del Universo en diferentes etapas de su historia es importante para determinar las propiedades de la energía oscura, responsable de la actual aceleración del ritmo de expansión.

El 'Baryons Oscillation Spectroscopic Survey' (BOSS), que es uno de los principales programas de observación del tercer proyecto Sloan Digital Sky Survey (SDSS-III), es pionero en la técnica para medir la estructura del Universo lejano a partir de la observación de los cuásares, los objetos más brillantes del cosmos que permiten detectar la materia intergaláctica que ha quedado distribuida por el espacio entre las galaxias.

La luz emitida por los cuásares, unos objetos astronómicos que se pueden observar a miles de millones de años luz de la Tierra gracias a su gran luminosidad, atraviesa nubes de gas de materia intergaláctica, compuesta mayoritariamente por hidrógeno.

El análisis de la absorción del hidrógeno que intercepta la luz de los cuásares en su viaje hacia la Tierra es una nueva metodología para medir la estructura a gran escala del Universo.

Los resultados de la investigación combinan dos metodologías diferentes basadas en el uso de los cuásares y el gas intergaláctico para medir el ritmo de expansión del Universo.

El primer análisis, llevado a cabo por Andreu Font y sus colaboradores, compara la distribución espacial de cuásares con la del gas hidrógeno para medir distancias en el Universo.

El segundo trabajo, liderado por Timothée Delubac, del Centro de Saclay (Francia), se centra en la absorción del gas hidrógeno para medir la distribución de masa en el Universo más joven.

Los dos análisis del equipo BOSS establecen que hace 10.800 millones de años, el Universo, que entonces tenía una edad de sólo 3.000 millones de años, se expandía a lo largo de cada uno de los tres ejes del espacio a un ritmo de un 1 % cada 44 millones de años.

Según ha explicado el profesor Jordi Miralda, "la expansión del Universo significa que las galaxias se alejan unas de otras, como si el espacio se estirara como una goma por todas partes".

"Cuando observamos galaxias o nubes de gas muy lejanos, los vemos en el pasado del Universo, debido al tiempo que tarda la luz para llegar hasta nosotros", ha dicho el astrónomo.

"Si miramos el Universo en su pasado, cuando las galaxias estaban tres veces más cerca de lo que se encuentran hoy en día, veríamos que un par de galaxias separadas por un millón de años luz entre sí se alejaban una de la otra a una velocidad de 68 kilómetros por segundo a medida que se expandía el Universo", ha detallado Font.

Delubac ha informado de que han medido el ritmo de expansión del Universo lejano con una precisión sin precedentes del 2 %.

"Conocer los parámetros de expansión del Universo a lo largo de su evolución es clave para determinar la naturaleza de la energía oscura que provoca la expansión acelerada del Universo durante los últimos 6.000 millones de años", ha dicho Delubac.

Según este investigador, "la medida de la expansión del Universo cuando sólo tenía la cuarta parte de su edad actual nos da una referencia para compararla con las medidas de expansión de la época más reciente, en que la energía oscura se ha establecido como fuerza dominante".

Para determinar el ritmo de expansión del Universo, BOSS ha usado las llamadas oscilaciones acústicas de bariones (BAO), que son ondas sonoras que provienen del Universo primitivo y que dejaron una huella en la distribución de la materia en el espacio. 

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