Alrededor de 6.000 españoles viven y trabajan actualmente en Dinamarca. Este pequeño país al norte de Europa, con una población que no llega a los 7 millones de habitantes, era hasta hace unos años tan solo un destino vacacional.
La situación cambió con el estallido de la crisis, cuando numerosos españoles pusieron su punto de mira en los países nórdicos para intentar labrarse un futuro y salir de las listas del paro.
Sara López, una estudiante con suerte
Otros vieron en Dinamarca una oportunidad para formarse y crecer a nivel intelectual. Es el caso de Sara López, una joven estudiante de ingeniería informática que ha cursado estudios en la ciudad de Horsens. La joven se enamoró del país el primer día en que llegó y destaca principalmente la amabilidad de sus habitantes. En cuanto al ámbito educativo, remarca el carácter práctico y participativo de las clases, en las que se potencia el trabajo en grupo para favorecer el intercambio de opiniones.
Pero la suerte de Sara ha ido más allá. No solo ha alcanzado los objetivos educativos que se marcó, sino que también ha conseguido un empleo. Desde hace unos meses es responsable de marketing para el mercado español de la empresa Trendhim, una startup danesa especializada en joyas para hombre que está alcanzado una enorme popularidad a través internet. La firma buscaba estudiantes extranjeros para expandirse a otros países y comercializar sus pulseras de hombre y contactó con la joven para encargarle esta labor.
Sara López ha elaborado un blog personal en el que explica sus vivencias y donde anima a los jóvenes a salir al extranjero para estudiar y adquirir nuevas experiencias. Para Sara, vivir en Dinamarca le ha ayudado a formarse y a ganar madurez en todos los aspectos de la vida.
Salarios altos, seguridad y educación
Otra joven con inquietudes que ha alcanzado en Dinamarca sus objetivos de bienestar es María Arlandis, profesora de español. María explica en su blog personal las razones por las que vive en Dinamarca, y la primera está relacionada con el ámbito laboral. La joven destaca las facilidades que ofrece el país nórdico para crear una empresa propia, la jornada laboral de 37 horas semanales y las 6 semanas de vacaciones remuneradas de que disfrutan todos los asalariados. Otro aspecto positivo son los sueldos. En Dinamarca las nóminas son muy altas, aunque una buen parte del sueldo se destina a impuestos.
Para María, otra razón de peso para vivir en Dinamarca es el estado de bienestar que se disfruta en el país. Los impuestos recaudados se destinan a sanidad y enseñanza y los jóvenes universitarios reciben un sueldo por estudiar. También existen subvenciones para guarderías y la baja de maternidad puede ir de 6 meses a un año.
La seguridad, la honestidad de los políticos, el estilo de vida tranquilo de los daneses y la preocupación por el medio ambiente completan los argumentos de María Arlandis a favor de la emigración al país nórdico. Pero alcanzar este nivel de bienestar no es tarea simple. Para conseguir abrirse camino en Dinamarca, es imprescindible dominar el idioma danés y poseer un buen perfil profesional.
