TELEVISION

Diez series actuales que ya deberías estar viendo

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photo_camera True Detective, la serie del 2014.

Repasamos algunas de las series actuales que se han convertido ya en imprescindibles

A estas alturas, ya no es necesario reivindicar el nivel que pueden y están alcanzando las series de televisión. El talento de los creadores ha ido derribando prejuicios para levantar un camino sobre el que han ido desembocando series de un nivel impresionante.

Un fenómeno del que podemos marcar como punto de partida a Twin Peaks, inspiradora para mucho de lo que vendría después; siendo aún hoy, casi un cuarto de siglo después, referencia indiscutible para todos, creadores y consumidores. Visto en perspectiva, el guante lanzado por Mark Frost y David Lynch (un hombre siempre adelantado a su tiempo) tardaría en ser recogido. Lo hizo Oz en 1997, pero no sería hasta la aparición de un obeso mafioso de New Jersey, Tony Soprano, el 10 de enero de 1999, cuando las cosas cambiarían radicalmente en la pequeña pantalla. Ese día se estrena uno de los productos culturales más influyentes de las últimas dos décadas.

A partir del arranque de Los Soprano podemos establecer un lapso temporal de dos años y medio, en el que se estrenarán otras tres series que ya son también historia: The Wire, A 2 Metros Bajo Tierra y El Ala Oeste de la Casa Blanca. Estas cuatro juntas marcan la primera edad de oro de la TV. Un antes y un después en la forma de concebir la serie de calidad, generada por una decidida apuesta de la HBO que permite a la televisión, por fin, inflar el pecho y mirarle a los ojos al cine. 

Ahora, después de un tramo de transición en el que destacaron Deadwood (una absoluta obra maestra)Carnivale o Roma, estamos inmersos, diez años después, en una segunda edad de oro de una televisión cada vez más rica, en el que de la mano de creadores valientes y con libertad, como Mathew Weiner (Mad Men), Nic Pizzolatto (True Detective) o Vince Gilligan (Breaking Bad) cobran protagonismo para generar productos culturales totalmente imprescindibles. 

 

.Louie Es mejor no acercarse a la serie de Louis CK con la mentalidad de una comedia. Si se buscan buenas risotadas, mejor tocar en la ventanilla de It Crowd, The Office, Black Books, Flight of the Conchords o Arrested Development. Esta serie es otra cosa. Cercana a los postulados de Curb Your Enthusiasm pero mejorada, Louie, que cuenta la vida ficcionada del que es quizás ahora mismo el mejor cómico estadounidense, son brochetazos de realidad, de esa que a veces intentas escapar bajo capas de corrección política y buenrrollismo. Uno de mis mejores amigos me presentó esta serie diciendo que era de las pocas cosas que le había cambiado la forma de ver la vida. Tal cual. 

 

 

.Transparent A medio camino entre la trascendencia emocional de A 2 metros bajo tierra (su creadora, Jill Soloway, fue una de los guionistas principales de la historia de la familia Fisher) y la modernidad narrativa de Girls, Transparent se ha convertido en una de las sorpresas del 2014, con una primera tanda de capítulos que tendrán continuación el próximo año. Un atractivo aroma indie que envuelve una trama pivotada en torno a una familia disfuncional de Los Ángeles, liderada por un espectacular Jeffrey Tambor. 

 

.Treme Después de cerrar The Wire y adaptar Generation Kill, el siguiente paso de David Simon fue irse al Nueva Orleans post-Katrina para hacer el perfecto retrato de una ciudad devastada que busca volver a levantarse. Una joya, protagonizada por sus habitantes, que se van entrecruzando a lo largo de cuatro temporadas que exploran aspectos de la identidad de Nueva Orleans; como sus políticos, la gastronomía o una música que se adueña de la pantalla con deliciosa frecuencia. 

 

 

.Peaky Blinders Funcionando casi como la hermana británica de Boardwalk Empire; Steven Knight (autor del guión de la estupenda 'Promesas del Este', de David Cronenberg), ha creado para la BBC2 esta historia protagonizada por una carismática y ambiciosa familia de gángsteres del Birmingham de los años 20. Hiperviolenta, muy cuidada (fotografía, vestuarios, música de Nick Cave...) y con un gran reparto (Cillian Murphy, Sam Heill...), la serie, pese a algún resbalón narrativo, avanza con nota en la segunda temporada, que se cierra este jueves. Esperemos que haya más. 

 

 

.House of Cards Presentada el pasado año con el sello de David Fincher, dos temporadas han bastado para que el personaje del congresista demócrata Francis Underwood (Kevin Spacey) se haya instalado en el imaginario colectivo. Su arribismo político, su relación con su mujer (Robin Wright) y la maraña de relaciones establecidas en Washington sirven a la vez como contrapunto al idealismo del Ala Oeste de la Casa Blanca y como recordatorio de que muchas veces, la política es un puto asco. 

 

 

.Mad Men Además de ser, para mí, la aspirante "moderna" más sólida para entrar en el top5 histórico de series, Mad Men es ya un icono en sí mismo. Su estética, sus diálogos, sus personajes. Cómo hace un dibujo completo de toda una época a la vez que trata con sutileza cuestiones existenciales (vida, muerte, sexo, angustias) con las que todos podemos empatizar. Ese baile de Don Draper con Peggy, sonando My Way, para resumir toda una relación y un estado vital. Imprescindible. 

 

.Breaking Bad El cierre de las desventuras de Walter White y Jesse Pinkman en una magnífica quinta temporada sirvió para terminar de poner en valor a una serie que ha conseguido la complicada tarea de aunar el favor de la crítica con el del público. Los diálogos brillantes, el humor negro y el catálogo de personajes tienen la culpa. 

 

 

.Boardwalk Empire Desde el primer acorde de los Brian Jonestown Massacre en la sintonía del episodio piloto, hasta su final, con un pequeño Nucky Thompson sumergiéndose a por una moneda de oro, la serie de Terence Winter (guionista de Los Soprano) ha completado un perfecto arco narrativo para entender el auge y caída de un político de Atlantic City en los años 20. Un tanto incomprendida por la audiencia, uno puede apostar que al igual que pasó con Deadwood, el paso de los años terminará respaldando a un producto sencillamente espectacular. 

 

 

.Fargo Fuimos muchos los que no entendimos la necesidad de adaptar a la televisión una de las mejores películas de los Cohen. Todas esas dudas quedan disipadas a los cinco minutos de ver una serie que, recogiendo el espíritu del film, consigue en diez episodios ampliar su universo por caminos de humor y violencia mientras el espectador se recrea en la  pareja Martin Freeman/Billy Bob Thornton.

 

 

.True Detective Indiscutiblemente, la serie de este 2014. Una vuelta de tuerca a las posibilidades de la televisión, en la que bajo el formato convencional de una historia de investigación de dos detectives (el actor del momento, Matthew McConaughey, y un gran Woody Harrelson), se esconde un fondo viscoso, capaz de obsesionar a los espectadores. Pretenciosa, hipnótica o lisérgica, lo que es seguro es que True Detective ya es de culto. 

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