La historia vista por una cara bonita

Del primer "Miss España", celebrado en 1929, que excluía "toda toilette" (estilo) que no observara "la más absoluta honestidad", hasta la "salida de armario" de Patricia Yurena esta semana

Del primer "Miss España", celebrado en 1929, que excluía "toda toilette" (estilo) que no observara "la más absoluta honestidad", hasta la "salida de armario" de Patricia Yurena esta semana, han acontecido casi un siglo de cambios sociales que pueden observarse a la luz de estos peculiares concursos.

En sus inicios se llamó "Señorita España" y su primera elegida, la valenciana Pepita Samper, recibió como premio una joya valorada en 6.000 pesetas, la aparición en la portada del diario ABC -convocante del certamen- y una viaje con los gastos pagados a París, donde se celebraba un joven Miss Europa.

Este premio simbólico, tras el que la elegida volvía a su vida, permite adivinar el perfil de los primeros concursos de este tipo en el periodo de entreguerras, cuando la belleza se considera un valor en alza para la idea de "mujer moderna", aupada por el imaginario del cine y sus magnéticas "femme fatale".

En una España donde las únicas salidas profesionales de la mujer eran costurera o maestra, no se consideraba que estos concursos le restaran un ápice de dignidad, y de hecho, sus jurados estaban formados por relevantes nombres del periodismo, la cultura y la política como Torcuato Luca de Tena o el escultor Mariano Benlliure, y más tarde, Luis María Ansón o Inocencio Arias.

La "Señorita España" celebró desde 1929 otras siete ediciones, como la que coronó a Emelina Carreño Pareja, una "miss" toledana que de firme ideología republicana que incluso se negó a acudir a una audiencia con el Rey Alfonso XIII.

Después, la llegada de la Guerra Civil obligó a interrumpir el concurso y, una vez instaurado el Franquismo, el régimen no vio la necesidad de encontrar a las mujeres otra ocupación que "sus labores".

Tras este parón, el concurso renació de sus cenizas en 1961, con una entonces desconocida Carmen Cervera como ganadora -más tarde baronesa Thyssen-, que abrió el camino a extensa nómina de mujeres que a través del concurso alcanzarían la fama: Bárbara Rey, Amparo Muñoz, Paquita Torres, Remedios Cervantes, Eva González, Raquel Revuelta, sin olvidar a la controvertida Sofía Mazagatos.

Entonces disfruta de cierta aceptación, aunque la llegada con la llegada del nuevo siglo, el concurso se rodea de denuncias por sobornos en los procesos de selección y críticas de grupos feministas por su "cosificación" de la figura de la mujer.

Ya mucho antes, en la primera edición de aquella bisoña "Señorita España", el obispo de Cuenca aconsejó a padres y esposos, "encerrar a sus hijas y esposas a cal y canto", para alejarlas de los concursos de belleza, que definió como una renovación "de los antiguos mercados de esclavas".

No muy lejos de aquellas soflama se sitúa el más reciente y polémico capítulo del certamen, que en 2007 retiró la corona a Ángela Bustillo, entonces Miss Cantabria, por ser madre, una situación que contravenía los estatutos del certamen femenino, aunque no así el de Míster España.

El Instituto de la Mujer solicitó la rectificación de las bases y la galardonada presentó una denuncia, lo que obligó a "Miss España", a devolverle la corona y cambiar las bases.

Esta etapa del certamen ha legado a la posteridad la imagen de una "miss" que desea "la paz en el mundo" y quiere estar en el "candelabro", para esta semana dar un salto cualitativo con la "salida del armario" de Patricia Yurena, que además de Miss España 2008, acumula las coronas de Miss Universe Spain 2013 y primera dama de honor de Miss Universo 2013.

La tinerfeña publicaba en su perfil de Instagram una foto junto a la Dj y cantante Vanesa Klein bajo el título "Romeo y Julieta", que venía a confirmar su relación y que ha conseguido los 5.000 me gusta y varios cientos de comentarios.

Si ella lo hizo "como la cosa más normal del mundo" y agradece las muestras de apoyo recibidas, la imagen ha causado un revuelo que jamás pensó: "Yo siempre voy a lo mío y pensaba que la gente era igual, no me importa nada de lo que está pasando", declaró a un diario local.

Es difícil adivinar qué pensaría la primera Miss, Pepita Samper, de su compañera de corona, aunque no se cortó un pelo en calificar a la bella húngara que le arrebató la corona de Miss Europa como "muy libre, muy moderna, con el cigarrillo siempre en la boca y con un aire mundanísimo".EFE

csr/mcm

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