El Ministerio del Tiempo, ¿Qué fue de Jorge Sanz? y otras producciones actuales que rompen el tópico de que la TV de aquí no puede seguir el rumbo marcado por la industria cultural anglosajona
Los gozos y las sombras, Verano azul, Turno de oficio o Anillos de oro fueron producciones míticas de los años 80 que abrieron con fuerza la vertiente de la televisión de calidad en España; un camino que se diluiría según avanzaba la siguiente década. Porque mientras en Estados Unidos Oz, Los Soprano o The Wire celebraban el paso al nuevo milenio demostrando que las series podían ser tan buenas, o mejores, que el cine, generando de paso una onda expansiva que cambiaría el concepto de televisión, aquí las cosas iban más despacio. No por falta de talento, si no por no arriesgarse el pellejo. Así, las cadenas de televisión públicas o privadas estatales, a la hora de apostar por series acaban eligiendo lugares comunes, con sitcoms ortodoxas (7 vidas, Aquí no hay quien viva...) o series dramáticas tradicionales (Periodistas, El comisario, Policías, Hospital Central, Motivos personales...).
Pero las cosas están cambiando. Con la estupenda Cuéntame de puente entre estas dos generaciones, en los últimos años se ha dado un salto en la facturación de las series que reinan en la pequeña pantalla. Isabel, El Tiempo entre costuras, Águila Roja, Gran Hotel, Pulseras Rojas o Gran Reserva, encaminadas a un público tradicional, se están significando con producciones cuidades. Además, poco a poco las cadenas, mientras que miman -tras años de desplantes y destierro a las madrugadas- a producciones anglosajonas de éxito como Sherlock, Downton Abbey o The Walking Dead, apuestan por producciones propias diferentes, intantando atraer al público joven -alejando del formato TV convencional- dejando espacio a los guionistas para que construyan, por fin, producciones que demuestran que sí, que en España se sabe hacer series modernas y de calidad.
.¿Qué fue de Jorge Sanz?
La mano de David Trueba mece una producción que, al estilo Curb Your Enthusiasm, mezcla realidad y ficción. Pero donde allí estaba Larry David, aquí nos topamos con Jorge Sanz, una estrella venida a menos que lucha por recuperar su posición -o al menos no perder la dignidad por el camino-. Seis capítulos imprescindibles.
.El fin de la comedia
Y si precisamente el tótem Louie CK reformuló los postulados de Curb Your Enthusiasm, aquí en España llegó Ignatius Farray para seguir la senda de Trueba y voltear los caminos de la serie de autor. El cómico canario -que por cierto, arrasó en su visita a Ourense hace un año-, realiza aquí un desnudo integral emocional, en un cruce absoluto de fronteras (real vs guión, madurez vs inmadurez, escenario vs rutina...) que funciona desde el primer segundo.
.Crematorio
Pepe Sancho lidera la mejor serie española que uno puede recordar. Un manual sobre la corrupción en España, en ocho capítulos oscuros y retorcidos, lúcidos y muy sofisticados, que completan la mejor demostración posible de que la ficción de aquí no debería tener complejos respecto a las producciones anglosajonas. Nuestra The Wire.
Malviviendo
Tres temporadas tiene ya la producción con la que muchos aprendimos el concepto webserie. Un fenómeno del internet español, una serie de humor que retrata la fauna urbana presente en cualquier ciudad de una forma muy inteligente y con numerosos guiños pop.
.Museo Coconut
Aunque no alcanza la genialidad de sus antecesoras La Hora Chanante y Muchachada Nui, la producción emitida en su momento por Antena 3 consiguió doblar los códigos de las sitcoms convencionales, siguiendo los pasos de la magnífica The Mighty Boosh y volviéndonos a recordar que hay pocos humoristas en este país al nivel de los Ernesto Sevilla, Julián Reyes, Raúl López, Carlos Areces y Raúl Cimas.
.Matalobos
Con un 7,7 en Filmaffinity, la producción gallega es la serie española no documental con mejor media de valoración. Y no es para menos. Una joya.
.Arroz pasado
Los cómics -imprescindibles- de Juanjo Sáez sobre su universo, en el que caben desde profundas reflexiones existenciales a ácidas críticas a la modernidad superficial, fueron protagonistas de una modélica adaptación a la televisión.
.El ministerio del tiempo
Han bastado la emisión de dos capítulos para entender que esta producción de TVE es la serie española del 2015. Con ecos de Doctor Who, la trama mezcla ciencia ficción, costumbrismo y divulgación histórica de forma inteligente pero asequible para todos los públicos. Divertidísima.
