Este nuevo aparato permite que todas las personas, con independencia de sus limitaciones físicas, sean capaces de disfrutar de la naturaleza con autonomía
Mónica Kamal Spaeni perdió sus piernas debido a una lesión en la columna vertebral. Once años después, un amigo le abrió las puertas a un nuevo mundo cuando le enseñó una silla de ruedas todoterreno, lo que le permitió disfrutar de su pasatiempo favorito: experimentar el aire libre y la naturaleza.
Aquella experiencia la marcó tanto, que decidió que quería que todas las demás personas en sillas de ruedas disfrutaran de la misma experiencia. Así que fundó Access Ability Wisconsin, una organización sin fines de lucro que ofrece el uso gratuito de sillas de ruedas todoterreno para la comunidad de discapacitados.
Estas sillas pueden adaptarse a diferentes posiciones: sentados o de pie, tal y como ella explica brevemente en un documental que se centra en su labor tras proclamarse ganadora del AARP Purpose Prize, el único premio nacional de los Estados Unidos que premia a las personas de 50 años o más que utilizan su experiencia de vida para marcar la diferencia.
Para Mónica, el uso de las sillas todoterreno en la naturaleza supone una serie de beneficios que todos deberían poder disfrutar. El objetivo de su fundación proporcionar oportunidades recreativas para personas con discapacidades físicas, incluidos los usuarios de sillas de ruedas que deseen disfrutar el aire libre de Wisconsin.
