RELIGIÓN

Astorga crea una delegación para las víctimas de abusos

José Antonio Crespo, María José Díez, Juan Antonio Menéndez, María Ángeles Sevillano y Ana Belén Fraile.
photo_camera José Antonio Crespo, María José Díez, Juan Antonio Menéndez, María Ángeles Sevillano y Ana Belén Fraile.

Está constituida por una psicóloga, una abogada, el cura de As Ermidas y tres asesores

Una psicóloga y psicopedagoga, especialista en psicología jurídica y forense, con experiencia en victimología, María José Díez Alonso, dirigirá la Delegación Episcopal para la Protección de los Menores y Acompañamiento a las Víctimas de Abusos. Con ella trabajarán una abogada en derecho civil y canónico, Ana Belén Fraile, y el sacerdote de As Ermidas (O Bolo), José Antonio Crespo, como padre espiritual. Como asesores tendrán a una víctima de fuera de la diócesis, la delegada de medios de comunicación y el vicario judicial.

Este órgano, el primero que se forma en España, fue creado por la diócesis de Astorga y su obispo, Juan Antonio Menéndez, lo daba a conocer este miércoles. En su intervención, insistió en que "estos hechos execrables no pueden volver a repetirse, además de manifestar un profundo dolor por todo lo sucedido y el daño ocasionado a las víctimas", según indicó el Obispado.

El prelado argumentó la creación de la citada delegación en la necesidad de ofrecer acompañamiento psicológico, espiritual y legal a las víctimas de abusos, y que los casos registrados y las tareas de prevención sean llevados "por especialistas y personas con experiencia". También influyó querer conseguir que la Iglesia diocesana y sus instituciones "sean lugares seguros", donde padres y tutores puedan confiar a sus hijos. Además, la iniciativa quiere lograr que los protocolos y normas que impulsó la Diócesis se apliquen eficazmente, "particularmente, todo lo referido a la sensibilización, formación y detección de abusos a menores".

Entre las funciones de la Delegación destacan: ofrecer a las víctimas la posibilidad de ser escuchadas y acompañadas; asesorar a los órganos de gobierno de la diócesis; sensibilizar, informar y formar a los sacerdotes y fieles en prevención de abusos y guiarlos si se producen; asesorar a los responsables de formación de sacerdotes y seminaristas; acompañar a las instituciones eclesiásticas que trabajan con menores a que cumplan las leyes civiles y canónicas, y coordinar la acción con instituciones eclesiásticas y civiles.

La psicóloga María José Díez se dirigió este miércoles "a los supervivientes, a las víctimas, manifestándoles la disposición del equipo que formamos la Delegación y, particularmente, la mía, para escucharlas y atenderlas en todo lo que puedan necesitar. Entendemos su rabia, su frustración y su pena, y esperamos poder ayudarlas". Entre sus objetivos resaltó el de vigilar el cumplimiento del Protocolo Diocesano de Prevención y Actuación Frente a Abusos Sexuales a Menores.

Te puede interesar