En O Bolo está el Miradoiro da Salesa, en recuerdo a una vecina, ya fallecida, que acostumbraba a detenerse en ese punto para contemplar el paisaje. Ahora, también puede admirarse sobre "el banco más raro del mundo".
El banco más raro del mundo" está en Valdeorras y, más concretamente, en O Bolo. En un bello rincón de este Concello valdeorrés se detuvo Salesa Losada Fernández para contemplar el paisaje. Un año después, en ese mismo punto, sus convecinos colocaron la original pieza de madera que centra buena parte de las conversaciones. La llevaron el pasado fin de semana, coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de la apreciada vecina e, inmediatamente, el lugar fue bautizado con su nombre, el Miradoiro da Salesa.
Uno de los promotores de la iniciativa es José Rodríguez Pérez, quien explicó que todo comenzó con una foto. La sacó María Jesús Calvo Otero y muestra una persona, sentada, contemplando la bella panorámica que se divisa desde el mirador. Aquí, los viajeros pueden detenerse y contemplar embriagadoras vistas de O Bolo, Manzaneda, Larouco, Petín y A Rúa. Incluso, cuando los días son claros, pueden distinguirse parajes de concellos tan distantes como Vilariño de Conso.
El proyecto partió de los vecinos, quienes, en un primer momento, pensaron en optar a la candidatura del banco más bello del mundo. Para ello contactaron con el Concello de O Bolo, solicitando el permiso de los gobernantes locales para desarrollar sus planes. En la Casa Consistorial no encontraron ningún obstáculo, como tampoco les fue difícil conseguir el asentimiento del propietario de la finca donde prepararon el mirador.
Conseguidas las autorizaciones, llegó el turno de obtener financiación para afrontar los gastos. Tampoco este trámite resultó complicado gracias a la implicación vecinal. Las donaciones voluntarias, con cuantías que variaron de 5 a 40 euros, permitieron reunir la pequeña cantidad necesaria para realizar el proyecto.
Encontrar al creador del banco fue quizá más sencillo. José Rodríguez explicó que no tuvieron que salir del Concello bolés para encontrarlo. Les bastó recurrir al artesano de la aldea de Chandoiro, Brais, para resolver este capítulo.
Una vez que el banco estuvo listo; cuando los creadores del mirador lo contemplaron por primera vez quedaron grandemente sorprendidos. Si buscaban un banco original, lo consiguieron. En un primer vistazo temieron que fuese incómodo, por sus pliegues y la forma nada habitual. Pronto se convencieron de lo contrario. "É moi cómodo", aseguró ayer José Rodríguez.
En todo caso, algo sí cambió con el original diseño del banco. Si en un principio sus promotores pensaban en optar al banco más bonito del mundo, sus poco habituales formas curvas les llevaron a incluirlo en la categoría mundial de los bancos más raros.
Nada más quedar colocada la creación de madera, comenzó a funcionar el boca a boca y también las redes sociales. Su poder de convocatoria logró que, desde entonces, el número de visitantes de este lugar de O Bolo ya supere la centena.
Los vecinos de O Bolo están orgullosos del mirador que ellos mismos crearon y lo quieren dar a conocer. Para ello organizaron la "Andaina ó Miradoiro da Salesa", que programaron para el sábado 16 de septiembre. Hay dos itinerarios. El primero de ellos parte del pueblo de O Bolo, a las 9,30 horas, y se contempla una caminata de 10 kilómetros, entre ida y vuelta. En el cruce de Navallos, se sumarán, a las 11,00 horas, quienes prefieren andar solo 3,5 kilómetros.
Los esfuerzos habrán merecido la pena para unos y otros. Todos podrán contemplar unos paisajes singulares en el Miradoiro da Salesa, sentados en el banco más raro del mundo.
