En estos momentos hay otras 56 que están pendientes de demolición
La eliminación del feísmo y del peligro que suponen las casas en ruinas provocó el derribo de 20 construcciones durante este año, según los datos que ayer facilitó el concejal de Medio Rural e Cemiterios, Luis Arias Fernández. El registro municipal también indica que hay otras 56 que están pendientes de demolición.
"Hay que eliminar el feísmo de los pueblos para que la gente vuelva a ellos. Tener las fincas y los accesos limpios", comentó el concejal. Explicó que muchas de estas construcciones fueron echadas abajo por el propio Concello, que ahora está a la espera de recuperar el dinero gastado de los herededores. En este sentido, explicó que la demolición de una casa ruionosa puede costar más de mil euros, sin incluir la retirada de escombros.
Otra iniciativa que mejora la imagen del rural es la limpieza de los solares. Más de medio centenar de propietarios de terrenos de fueron expedientados por el Concello, por no haber eliminado la maleza. De las 54 fincas, solo tres continúan sin desbrozar. Dos pertenecen a particulares, en tanto que la tercera es propiedad de un banco, según dijo el concejal Luis Arias. Otras 18, si bien atendieron a la petición municipal, no se ajustaron completamente a su propósito y deberán realizar algún trabajo más.
"El Concello no tiene ánimo recaudatorio", dijo el concejal, que resaltó el éxito de la campaña de limpieza de solares, a pesar del trabajo que supuso para los trabajadores municipales. "Los pueblos deben tener todos los servicios y por eso el Concello instaló cloradores, depuradoras o centros sociales", afirmó.
