VALDEORRAS

O Barco paraliza una tala de chopos en la senda de A Proba

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photo_camera Chopos talados en la senda de A Praia do Ouro, a la altura de la desembocadura del Mariñán.

El alcalde mostró su preocupación y aseguró no querer que la zona "se convierta en un desierto"

Una nueva tala de árboles en la senda que comunica el Paseo do Malecón con la Praia do Ouro (A Proba) dio lugar a quejas vecinales y a una orden de suspensión de los trabajos, dictada por el Concello de O Barco. "No tiene autorización municipal", dijo el alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez. El regidor mostró su deseo de que no sean eliminados todos los árboles que crecían a ambos lados del paso. Este pertenece al tramo barquense del Camiño de Inverno y su trazado es paralelo al río Sil. "No queremos que se convierta en un desierto. No tengo intención de permitir que se corten", añadió. El lugar, la desembocadura del arroyo Mariñán, es frecuentado por numerosos vecinos, aficionados a pasear.

La tala fue suspendida cuando la maderera, cuyo responsable afirmó estar en posesión de todos los permisos, apenas llevaba media decena de árboles talados.

La posesión de todos los permisos por la empresa no es el único aspecto dudoso de la tala. En el Concello también se cuestiona que la finca que cruza la senda sea de propiedad particular. "Ordenamos la paralización y el lunes veremos de quién son los terrenos y las solicitudes de permisos", explicó el alcalde. Alfredo García piensa todo lo contrario, que los terrenos son públicos. "Es una zona pública que limpia el Concello. Creo que los terrenos son públicos. Por ahí pasa el colector y realizó plantaciones de otros árboles la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil", dijo.

El Concello es consciente de que el chopo no es un árbol de ribera, por lo que es frecuente encontrar ejemplares enfermos. Pese a ello, el regidor se mostró partidario de sustituir a los que sean retirados.

Otro aspecto en el que incidieron los agentes de la Policía Local cuando se personaron en el lugar es el cierre de la senda sin permiso del Concello. La empresa colocó una señal en el pequeño puente de madera donde acaba el Paseo do Malecón para impedir el paso.

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