La maquinaria causó desperfectos en una zona que acondicionó el Concello en la orilla derecha del Sil
La tala de chopos que una maderera realiza en las inmediaciones de A Proba, sobre la margen derecha del Sil, podría causar una sanción municipal a sus promotores. Los técnicos de O Barco valoran los daños ocasionados en la senda que ocupó la maquinaria, que había sido acondicionada por el Concello y que forma parte del trazado del Camiño de Inverno, según recordó ayer en una nota de prensa. También revisarán si sufrieron daños los árboles plantados recientemente en la zona.
La investigación también determinará la titularidad de los terrenos y el organismo que permitió la corta de árboles, pues "el Concello no ha recibido solicitud de licencia e autorización municipal para tala de masa arbórea", según dice el escrito.
A su vez, el concejal de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso Araujo, informará a la Comisión municipal de Medio Ambiente en breve. El edil resaltó la necesidad de que la zona, que es muy frecuentada, sea objeto de una limpieza y replantación.
La Confederación Hidrográfica Miño-Sil explicó que su permiso es obligado si la tala se realiza a menos de 100 metros del cauce y que es independiente de cualquier otra autorización. Informó que, actualmente, hay 47 cortas permitidas en la zona: Rubiá, 32; Petín, 1; O Barco, 7; Vilamartín, 3; y A Rúa, 4.
