VALDEORRAS

Las bicis que los barqueses no usan cuestan 3.600 euros año

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photo_camera Bicicletas de la parada del servicio Bicibarco, en el núcleo de Viloira.

El programa Bicibarco, con 25 unidades en sus calles, sólo registró 161 usos en el pasado 2017

Los ciclistas barquenses son reacios a utilizar el servicio municipal de préstamo de bicicletas. Son muy pocos los vecinos que recurren a las cuatro paradas de Bicibarco, habilitadas en la villa: Viloira, Calabagueiros, barrio de San Roque y Praza de Andrés de Prada. Son tan contados que el Concello ya plantea revisar su funcionamiento en un intento de fomentar su uso. "Queremos mirar de darlle unha volta porque o usa moi pouca xente", comentó Diana Urdangaray Díaz, concejala de Medio Ambiente en O Barco.

A la espera de conocer los datos correspondientes a este año, los números relativos a 2017 indican que estas bicicletas fueron utilizadas 161 veces, muy pocas para los 365 días del año. Este pobre resultado se ve agravado cuando se relaciona con los gastos del mantenimiento: 3.600 euros anuales. Las cifras llamaron la atención del concejal de la oposición de Riada Cidadá. Félix García Yáñez, quien planteó la necesidad de revisar el servicio.
Una de las opciones que maneja el equipo de gobierno socialista es el cambio del sistema de funcionamiento. Actualmente, los casi 400 vecinos inscritos en el programa deben enviar un mensaje desde el móvil para retirar la bicicleta de la parada. Pero el servicio no funciona de forma similar en todos los lugares. Hay ciudades donde los usuarios únicamente tienen que pasar una tarjeta por un lector para utilizar las bicis.
Es una posibilidad, pero obligaría a cambiar todos los equipos, según comentó la concejala Diana Urdangaray. Añadió que el coste de esta renovación es un factor sumamente importante a la hora de tomar una determinación.

Mientras, las 25 bicicletas siguen en la calle, a la espera de usuarios, aunque muchas veces son los vándalos los que recurren a ellas para robar piezas o bien causar daños.


Fernández: "Todo o mundo ten bicicleta"


El Concello de O Barco no es el único donde el escaso número de usuarios pone en duda el coste que el servicio supone para las arcas municipales. Sin ir más lejos, A Rúa puso en marcha una iniciativa similar en las mismas fechas que lo hicieron los barquenses, en 2010. Los dos programas fueron iniciados con la colaboración del Instituto Enexético de Galicia (Inega), pero el rues duró mucho menos. Hace años que las bicis fueron retiradas de los dos puntos de retirada fijados: Casa Consistorial y área recreativa del Aguillón. Los destrozos ocasionados en la mayor parte de los vehículos llevó a los gobernantes locales a acordar su retirada, una decisión que ya no dio marcha atrás. "Non se volveu plantexar o reinicio do servizo. Hoxe, case todo o mundo ten bici", dijo el alcalde, Luis Fernández Gudiña.

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