Los asistentes también degustaron androlla, chorizo, lacón y vino de la zona.
La carne de ternera protagonizó ayer la cuarta edición de su fiesta. La Festa da Vitela se desarrolló en O Bolo y la organizó el Concello que dirige Manuel Corzo Macías para promocionar este producto y, al mismo tiempo, fomentar el turismo. A la cita acudieron 700 personas, cantidad que dio a conocer el regidor y que supone una cifra muy importante para un Concello de 1.060 habitantes, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, referidos a 2013.
Los comensales tuvieron que andar listos para no perderse la cita. El propio regidor mostró ayer su sorpresa por la rapidez con la que se habían agotado las entradas, que fueron distribuidas con un precio de 15 euros. "Xa non quedan entradas!", comentó Manuel Corzo antes que las puertas del polideportivo municipal se abrieran para recibir a los visitantes.
El inicio de la comida popular fue programado para las 14.00 horas. Sin embargo, la fiesta comenzó mucho antes. A las 12.00 horas, una charanga, que después tocaría en el recinto deportivo bolés, animaba las calles del pueblo en su recorrido hacia la residencia de la tercera edad, a cuyos residentes acercaron el clima festivo.
La comida, regada con los caldos de la zona, fue suficiente para saciar a los más hambrientos. Un menú elaborado con androlla, lacón, chorizo, vitela y roscón de postre, apenas permite la inclusión de otro plato, como pudieron atestiguar los comensales.
No faltaron personalidades a la cita. Desde los gobernantes locales, encabezados por el alcalde y el teniente alcalde -Manuel Corzo y Manuel Rey Rionegro- hasta el director xeral de Desenvolvemento Rural, el delegado territorial de la Xunta en Ourense y el vicepresidente de la Diputación: Antonio Crespo, Rogelio Martínez y Rosendo Fernández, respectivamente.
