La empresa Condor Georradar procesará en tres días las imágenes.
Efectivos de la Guardia Civil buscaron durante todo el día de ayer el Chevrolet Blazer a manchas blancas y marrones (había sido lijado para pintar) con el que Martin Albert Verfonder bajó el 19 de enero de 2010 desde Santoalla (Petín) a O Barco para hacer la compra semanal. Ese día, fue visto por última vez sobre la una del mediodía en Petín cuando enfilaba el camino de vuelta. Nunca regresó a la pequeña aldea en la que vivía con su mujer apartado del mundo, dedicado a la agricultura, la ganadería y contemplación.
En esta ocasión, la Guardia Civil empleó un helicóptero provisto con una cámara térmica y una zódiac con cámara submarina y sónar de barrido lateral para recorrer el embalse de Santa Baia, todas ellas nuevas tecnologías capaces de detectar un vehículo oculto que fueron cedidas de forma desinteresada por la empresa Condor Georradar a petición del Instituto de Medicina Legal de Galicia.
La cámara térmica incorporada al helicóptero que sobrevoló el concello petinés permitió detectar alteraciones de temperatura (radiaciones) dependiendo de la profundidad del terreno y los objetos allí emplazados. Para ello, según explicaron fuentes de la Guardia Civil, es importante que haga calor, de ahí se optase por salir el domingo coincidiendo con una sucesión de días de sol. Las termografías tomadas ayer son posteriormente analizadas y procesadas en Madrid por la empresa colaboradora por lo que hasta dentro de tres días no habrá resultados sobre si en el terreno escrutado había algún vehículo enterrado bajo capa vegetal.
Según precisaron fuentes del Instituto Armado, los técnicos marcan los puntos en los que hallan algo significativo e después la Garda Civil es la encargada de acceder a ese lugar.
Por su parte, ayer se cumplieron 20 días desde la desaparición de Gumersión Raña, vecina de Avión, de 88 años, sin que se haya encontrado ningún rastro, pese al operativo de búsqueda que ha peinado todo el entorno del pueblo de Barroso, en donde fue vista por última vez, y otras localidades cercanas, además del río y el embalse de Albarellos. La búsqueda continuó durante esta última semana.
Llego a Petín en busca de un lugar sin contaminación
Verfondern, un alemán nacionalizado holandés, tenía 52 años cuando desapareció el 19 de enero de 2010. Residía en la aldea de Santoalla (Petín) desde hacía 12 años con su mujer, Margo Pool. Acudió a Santoalla en busca de un lugar apartado si contaminación en el que sólo vivía una familia, un viejo matrimonio con sus dos hijos con el que mantenía malas relaciones.
