POCOS SOCIOS

El Casino de O Barco se aferra al fútbol para intentar subsistir

Cafetería del primer piso del edifico del Casino, ubicado en el Paseo do Malecón barquense (J.C.)
photo_camera Cafetería del primer piso del edifico del Casino, ubicado en el Paseo do Malecón barquense (J.C.)

La directiva cerró sus puertas los días de semana y solo abre los fines de semana y días de partido.

La directiva del Casino de O Barco decidió cerrar durante la semana. La razón es sencilla: los contados socios que acudían diariamente a echar la partida dejaron de ir y las esporádicas visitas apenas justificaban los gastos que generaban. "Preferimos centrar los esfuerzos cuando viene gente", explicó el nuevo presidente de la sociedad, Julio Crespo Quevedo, que asumía el cargo en marzo. Con las nuevas directrices, la sede del primer piso abre los fines de semana, pero también aquellos días que televisan algún partido de fútbol en los canales de pago, como sucede hoy con el Real Madrid-Bayern de Múnich. "Los socios pidieron ver los partidos", añadió.

La Sociedad Casino de O Barco tiene más de cien años, pues fue creada en la primera década del siglo pasado. En sus momentos de mayor dinamismo llegó a tener 800 socios. Eran años en los que las casas carecían de calefacción y faltaban muchos años para la llegada de la televisión. Más recientemente, a finales del siglo XX, la cifra de asociados aún oscilaba en torno al medio millar. Hoy son aproximadamente 200, incluida la veintena de altas que consiguió la nueva directiva en las últimas semanas. Y es que la directiva se niega a arrojar la toalla y busca insistentemente la fórmula que consiga revitalizar las instalaciones.



Elevada edad

Los directivos culpan al cambio de preferencias de la población de un descenso del número de socios que, hasta no hace mucho, iba acompañado de una medida de edad alta. Es en este campo donde centran unos esfuerzos que ya comienzan a dar frutos. Al menos, así lo indican las recientes altas de personas con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años. "La respuesta está siendo buena", comentó Julio Crespo, después de aludir al "cambio de hábitos" que registró la sociedad. El precio de ser socio no es excesivo. Con una cuota mensual de 15 euros, quienes residen a más e 50 kilómetros solo pagan 7.5, tras aplicar el descuento que compensa los gastos de desplazamiento.

Iniciativas como la de ofrecer los partidos de fútbol que retransmiten los canales de pago ayudó a aumentar el número de socios, todo lo contrario que sucedió con la intentona de captar usuarios con un bingo. La pantalla destinada a reflejar las líneas y los bingos fue reciclada y ahora permite contemplar las evoluciones de Cristiano Ronaldo, Messi o Rafinha.

El Casino no permite únicamente ver fútbol televisado. La directiva ofrece una planta a aquellos colectivos y entidades interesados en organizar exposiciones y que carezcan de local. En marzo, fue utilizada por el Instituto de Estudios Valdeorreses para exponer las fotografías del VIII Concurso Fotográfico Manuel Blanco Pascual y las obras del fallecido Amancio Fernández (Yeya), muestra que fue vista por más de 300 personas y que logró ser una de las más visitadas de las que organizó el colectivo cultural. El piso también es apto para la organización de comidas y banquetes, una circunstancia que también quieren aprovechar los directivos, dando la oportunidad de usarlo a los grupos que lo necesiten.

El programa de acercamiento del Casino a los barquenses fructificó recientemente en un acercamiento al equipo de fútbol del CD Barco y a organizar su "Feria de Abril", que será el 3 de mayo.

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