El organismo de cuenca recibió el aviso de que el agua bajaba turbia hace aproximadamente 15 días, desplazando al lugar a sus agentes.
La turbidez causada por unas obras próximas al río Leira, en las inmediaciones de la antigua herrería de San Vicente, en Vilamartín, llevó a la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil a abrir diligencias. El organismo de cuenca recibió el aviso de que el agua bajaba turbia hace aproximadamente 15 días, desplazando al lugar a sus agentes. También acudió el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil.
Los técnicos atribuyen la turbidez al movimiento de tierras provocado por las obras realizadas en la margen derecha del río, acordando abrir diligencias para determinar la causa exacta, según confirmó la Confederación Hidrográfica. Los citados trabajos están siendo realizados por la empresa que contrató Augas de Galicia para ejecutar el proyecto de nuevas conducciones para el abastecimiento de Vilamartín. Lo explicó el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro. Atribuyó los desprendimientos de materiales que podrían haber enturbiado el agua del río Leiro a la difícil orografía del terreno.
"Es una zona muy escarpada y de difícil acceso. Es complicado trabajar allí sin que caiga agua al río", dijo. El regidor dijo desconocer la apertura de diligencias por la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil. .
El presupuesto de renovación de la acometida del abastecimiento vilamartinés asciente a un total de 158.000 euros.
