AYUDA SOCIAL

Cruz Roja ayuda en Valdeorras a más de medio centenar de refugiados

Cruz Roja O Barco
photo_camera Fachada principal de la sede de Cruz Roja Valdeorras, en la Casa Río Cigüeño, de O Barco.

La ONG iniciará una campaña de captación de voluntarios para colaborar en sus actividades

La asamblea valdeorresa de Cruz Roja presta su ayuda a 55 refugiados. Estos no fueron los únicos que llegaron a la comarca. Valdeorras recibió a aproximadamente veinte más, pero estos abandonaron el Programa Nacional de Reasentamiento, que promueve el Ministerio de Interior; fundamentalmente, porque encontraron trabajo y pueden vivir de forma autónoma, según explicó Cristina Darriba, trabajadora social de la ONG, en O Barco.

En la actualidad, Cruz Roja apoya a cuatro familias que encontraron trabajo. Se encuentran en la segunda fase, en la cual, reciben ayudas periódicas y puntuales durante un año. En la primera, de seis meses, residen en pisos de acogida.

Las actividades que más personas ocupan son variadas, desde la hostelería o la pizarra, hasta la peluquería, los supermercados, la distribución o incluso la administración, según los registros de Cruz Roja Valdeorras. Uno de los peores tragos que deben superar quienes buscan trabajo es la inactividad que se deriva del largo periodo de aproximadamente seis meses que tardan en recibir el permiso de trabajo, que les permitirá acceder al mundo laboral.

También son muy distintos los lugares de procedencia de este colectivo. Si en un primer momento fue Siria la nacionalidad predominante, su puesto fue paulatinamente dejando paso a países latinoamericanos como Colombia y Venezuela. "Las motivaciones son muy distintas, desde sanitarias hasta políticas", comentó Cristina Darriba. Otros países de origen son Georgia, Ucrania y Pakistán.

Los pisos de acogida que Cruz Roja dispone para alojar a refugiados son cuatro: tres en O Barco y uno en Vilamartín. En ellos viven los 11 adultos y 14 menores que aún no superaron la primera fase del programa. Completan este colectivo los 13 adultos y 17 menores que ya están en la última etapa del programa.

Al tratarse de familias, la mayoría con hijos, hay muchos menores en el grupo. Esta circunstancia adquiere un cariz beneficioso, pues su incorporación a la comunidad educativa favorece la integración de los adultos en la colectividad.

Otro aspecto que resalta el equipo que dirige Maximino Alonso, la asamblea de Cruz Roja Valdeorras, es el importante papel que juegan los voluntarios para poder desarrollar su labor. Desde la ayuda en el transporte de las familias a los centros sanitarios hasta los cursos de formación, especialmente los de idiomas, son impartidos mayoritariamente por personas que se ofrecen desinteresadamente. El grupo es numeroso, pero no suficiente, pues las ausencias deben ser cubiertas. Esta necesidad llevó a los responsables a preparar a invitar a la población a colaborar. Este llamamiento lo realizará mediante una campaña de captación de voluntarios que comenzará en los próximos días.

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