REPORTAJE

El Camiño de Inverno de un tirón

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photo_camera Fernando Ibarra recibe un recuerdo de la presidenta de Aida Menéndez.

El ultrafondista Fernando Ibarra Carbón corrió los 264 kilómetros que separan Ponferrada de Santiago para promocionar el Camiño de Inverno y lo logró. Dos clubes ya anunciaron que 180 ciclistas lo van a recorre

Fernando Ibarra Carbón, un ultrafondista de Chantada, finalizó a las 12,00 horas del domingo en Santiago la carrera iniciada dos días antes, el viernes, a las 21,00 horas en Ponferrada. Él mismo definió ayer el objetivo de una iniciativa que inmediatamente recibió el apoyo de la Asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra: "Que se hablara del Camiño de Inverno". Pocas horas después daba por conseguido este fin; dos clubes ciclistas contactaron con él para anunciarle que 180 socios tienen intención de recorrer esas mismas pistas y senderos.

 Correr más de 264 kilómetros, incluidos rodeos y caminos equivocados, no es fácil. Sin embargo, Fernando Ibarra aseguró que las dificultades no fueron tantas como en otros retos a los que se sumó. "Lo gestioné mejor de lo que pensaba, pues no existió la tensión de la competición", explicó.

Sí tuvo sueño, pues corrió durante dos noches y la víspera tampoco durmió a causa de los nervios; también soportó condiciones meteorológicas muy adversas, como la lluvia que le acompañó durante nueve horas desde que salió de Ponferrada y el frío de Chantada. Empleó 11 pares de zapatillas y 24 de calcetines en protegerse del mal tiempo. Estas prendas aguantaron bastante menos que su físico.


"El cuerpo protesta, pero eres conocedor del problema. Antes, pasé seis días con otras tantas noches corriendo en Francia. Sabes las paranoias que te entran"


Fernando Ibarra mostró su sorpresa después de comprobar a las personas que movilizó con este "1º Desafío polo Camiño de Inverno". El ultrafondista chantadino explicó que "en el 80 % del recorrido fui acompañado por gente. Me sorprendió la respuesta, a la entrada de los pueblos. Hubo quien cambió el turno del trabajo para acompañarme. Iba que no me lo creía", comentó.

En referencia al Camiño de Inverno, afirmó que las pistas y senderos están limpios y con únicamente un par de tramos en los que se acumula agua de la lluvia. Ya respecto a la señalización del trazado, comentó que está bien indicado, salvo en la zona de Quereño (Rubiá), donde las rayas amarillas fueron cubiertas con pintura blanca. "Aunque se notaba que habían sido cambiadas, fue difícil seguirlas, pues era de noche", explicó.

También aludió a la pizarra empleada en los hitos que señalizan el trazado en el tramo valdeorrés. Elaborados con una roca que es de su agrado, se vuelven difíciles de seguir con la oscuridad nocturna. Una solución que planteó es el empleo de pintura fosforescente para facilitar la visibilidad.

En Santiago de Compostela fue recibido por familiares y amigos. En la Praza do Obradoiro, la presidenta de la Asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra, Aida Menéndez Lorenzo, le entregaba  una figura en recuerdo de su gesta, aunque Fernando Ibarra pronto volverá al Camiño de Inverno.

Ya anunció su intención de inscribirse en la carrera organizada en la villa carballiñesa, con meta en Santiago. Serán 102 kilómetros y la salida está fijada para el próximo día 3 de marzo.

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