TRÁFICO

Los empresarios urgen la mejora del firme de la N-120

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photo_camera Señal informando de un radar móvil, entre O Barco y el límite provincial con León.

El presidente de Aeva  alerta del peligro en los tramos donde se llevó a cabo la ampliación de un carril

El mal estado en que se encuentra el firme de la carretera N-120, en el tramo Valdeorras-Ourense, hizo sonar la alarma en la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA). Su presidente, Javier Rodríguez Paradelo, advirtió que la calzada se volvió muy peligrosa en ciertas zonas y entre ellas destacó las situadas en las inmediaciones de Monforte de Lemos.

"En los tramos donde se llevó a cabo la ampliación de un carril, la unión se hundió, convirtiéndose en un peligro para los coches", explicó el empresario barquense."Es peligrosísimo. Se meten las ruedas del coche y corres el riesgo de irte fuera", añadió Javier Rodríguez. También advirtió del peligro existente en las proximidades de Montefurado (Lugo).

En todo caso, el presidente de AEVA afirmó que el estado general de los 130 kilómetros del tramo comprendido entre el límite de León y la ciudad de Ourense deja mucho que desear.

El vicepresidente y portavoz del sector del transporte en el colectivo empresarial valdeorrés, Felipe Rodríguez Blanco, insiste en las deficiencias de la N-120. "Está moi mal. As administracións dan a desculpa de que non teñen diñeiro. Fomos dúas veces ao Ministerio de Fomento a reclamar e nos diron boas palabras, tamén fixeron algo, mais segue estando moi mal", comentó. Añade que el ministerio les comentó que tenía como prioridades para la provincia Valdeorras y San Cibrao, pero que todo quedó en eso: buenas palabras. "Hai moitos tramos malos", insistió.

"Teño ido por pistas forestais mellores!", exclamó Joaquín Tato Vidal. El presidente de Conductores Asociados de Valdeorras (Coasva) sabe bien lo que dice, pues lleva años circulando por esta carretera para transportar pizarra hasta el puerto de Vigo. También se quejó del tramo de la ampliación al que aludió Javier Rodríguez y explicó que al cambiar de carril "pásase mal", pero, además, protestó del de A Labrada, próximo al río Lor: "Falta o asfalto e hai grietas e baches", dijo. No olvidó referirse a los hundimientos que la calzada registró en Vilamartín y A Proba (O Barco).

En este último punto, los camiones cargados corren el peligro de que parte de la mercancía se les estropee. "Os camións cabecean", puntualizó.

“En vez de arranxar a estrada poñen radares"

Todos los empresarios y, especialmente, el sector del transporte urge la construcción de la futura autovía A-76, que comunicará Ponferrada con Ourense y de la que ya fueron adjudicados los proyectos de tres tramos. Pero también todos son conscientes de que antes de que esta infraestructura sea una realidad han de pasar muchos años, por lo que reclaman más inversión para la principal vía de comunicación entre Valdeorras y Ourense: la N-120.

Con el paso del tiempo, las deficiencias de la carretera se agravan y los usuarios deben resignarse a contemplar cómo sus reclamaciones no sirven de nada. Este malestar aumentó con la multiplicación de los radares en el tramo. "En vez de arranxar a estrada poñen radares. Que si está ben que os poñan en certos tramos, aqueles que poden ser perigosos, mais poñen o radar móbil por todos os lados. Ao ministerio lle sae máis rendible poñelos que facer obras. Se queren que haxa menos accidentes que arranxen a estrada", protestó un chófer.

En la actualidad, son dos los radares fijos que funcionan en la carretera N-120, entre Valdeorras y Ourense. Uno de ellos, el que más multas pone en la provincia, fue instalado en Arcos (Vilamartín), estando el segundo en el Alto de Os Peares.

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