La misa funeral se desarrolló en la iglesia de Fontei, con la ausencia del hijo que permanece ingresado en prisión
La iglesia parroquial de Fontei (A Rúa) acogió ayer la misa funeral por Jovita González Rodríguez, madre del vecino de Santoalla que ingresó en prisión, tras ser imputado por la muerte de Martin Verfondern, el holandés de Santoalla (Petín): Juan Carlos Rodríguez González, quien no pudo acompañar a sus hermanos en la ceremonia, según fuentes consultadas por este diario. Los asistentes se trasladaron posteriormente al cementerio de este núcleo de A Rúa, donde la fallecida recibió sepultura.
Al funeral acudieron numerosos vecinos de A Rúa y Petín que quisieron acompañar a la familia en estos momentos de dolor. En los citados concellos residen muchas familias procedentes de Santoalla, que decidieron emigrar, estableciéndose en ellos. En la actualidad, la viuda de Martin Verfondern, Margo Pool es prácticamente la única vecina de la aldea, al ser la única que reside habitualmente en ella.
En el entierro sí estuvo Julio Rodríguez González, que fue puesto en libertad con cargos por la titular del Juzgado número 2 de O Barco, tras prestar declaración a finales de noviembre de 2014. Sobre él pesa una orden de alejamiento de la aldea de Santoalla, donde tiene la explotación ganadera. La citada orden judicial le impide cuidar de las reses por lo que hubo de dejar en manos de otra persona esta tarea, según pudo saber este diario.
Martin Verfondern desapareció de la aldea de Santoalla el 19 de enero de 2010 y sus restos no fueron encontrados hasta el 18 de junio de 2014. Ese día, un helicóptero de la Guardia Civil que realizaba el seguimiento de un incendio forestal de Rubiá localizó el todoterreno del holandés en un paraje boscoso de Portela do Eixo (A Veiga).
Inmediatamente, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil ourensana retomaron una investigación que finalizó con la detención de los dos hermanos. Horas después de acceder al cuartel de O Barco, Juan Carlos Rodríguez, que sufre una discapacidad psíquica de grado medio, confesaba su participación en el homicidio de Martin Verfondern.
