VALDEORRAS

Los fieles acuden de nuevo a la iglesia de Veigamuíños

El vicario territorial de Ponferrada-Galicia, Javier Redondo, abriendo la puerta de la iglesia.
photo_camera El vicario territorial de Ponferrada-Galicia, Javier Redondo, abriendo la puerta de la iglesia.

Durante la misa, varios feligreses reclamaron a viva voz la vuelta del cura apartado cautelarmente

La iglesia de Santo Tirso, en la parroquia barquense de Veigamuíñosos, volvió a llenarse prácticamente de feligreses. La advertencia del obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, de que el Obispado cerraría el templo si los fieles seguían sin asistir a misa en él fue suficiente para que los "huelguistas" depusieran su actitud.

Pasadas las 11,00 horas, una vez iniciada la misa, únicamente permanecía fuera de la iglesia un grupo de madres de los niños que asisten a la catequesis, quienes optaron por esta medida para mantener cierta presión sobre el obispo para que ponga los medios al objeto de reiniciar las clases.

El Obispado paralizó las actividades de catequesis y confirmación después de apartar al cura párroco de Veigamuíños, Ángel Sánchez Cao, tras recibir una segunda denuncia contra él por posibles abusos a menores. Astorga se refirió a esta nueva noticia considerándola "fundada", mientras espera una respuesta de laCongregación para la Doctrina de la Fe acerca de la primera, referida a posibles hechos acaecidos en el seminario de LaBañeza, en 1980.

En el momento de apartar de su parroquia al cura Ángel Sánchez , el Obispado aseguró que las "medidas son provisionales y no prejuzgan la culpabilidad o inocencia del demandado". Otras decisiones cautelares tomadas por Astorga fueron alejar al sacerdote del ministerio y prohibirle mantener contacto con menores y con la supuesta víctima.

La ceremonia religiosa de este domingo fue oficiada por el vicario territorial de Ponferrada-Galicia, Javier Redondo de Paz, quien optó por el silencio a su llegada al templo, descartando realizar cualquier valoración de los últimos acontecimientos que vivió la parroquia.

La misa se desarrolló en un ambiente extraño, marcado por la ausencia del párroco apartado por el Obispado. La situación que se vive en Veigamuíños pudo palparse durante el sermón. Cuando el vicario Javier Redondo explicaba que la parroquia permanecería sin organizar durante una semana y anunciaba estar a la espera de que un nuevo sacerdote la asuma, tuvo que oír varias voces reclamando el regreso de Ángel Sánchez. El oficiante comentó que habrá que esperar a la primera semana de febrero para que los casi 140 niños que asisten a la catequesis y a la confirmación en la parroquia de Veigamuíños puedan volver a las clases normales, que ayer no hubo. Para ello, el sacerdote se pondrá en contacto con Ángel Sánchez para que este le traspase todos los datos. "Yo estoy atendiendo de forma temporal la parroquia, hasta que se busque una solución definitiva", dijo.


Javier: "Pido respeto para las víctimas"


Javier, que prefirió no dar sus apellidos, aseguró que, al igual que su hermano, fue víctima de José Manuel Ramos Gordón, el sacerdote que deberá cumplir una pena de 10 años en un monasterio o convento fuera de la diócesis de Astorga y no poder volver a ejercer el ministerio. La Congregación para la Doctrina de la Fe considera probados los abusos a menores, cometidos en el colegio zamorano Juan XXIII de Puebla de Sanabria, entre 1979 y 1985.

La citada víctima, Javier, aseguró que el primer denunciante de Ángel Sánchez "lo está pasando muy mal" y pidió para él el mismo respeto que un sector de los feligreses y de padres reclaman para el sacerdote. "No critico a nadie y me parece bien que lo apoyen, pero que el mismo respeto también lo tengan por las víctimas. Si es inocente, tanto mejor para él". También censuró la designación del vicario territorial, Javier Redondo, para organizar la parroquia. "Es un encubridor", dijo.

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