'ENXEBRISMO' GALLEGO

La matanza entra en declive

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photo_camera Dos vecinos de Éntoma (O Barco), con el canal del animal que acaba de ser sacrificado.

La matanza domiciliaria va a menos. Todos los años se reduce el número de familias que aprovechan el puente de la Constitución para hacerla. Ahora, compran el cerdo en canal o los embutidos, lo que puede hacerla desaparecer. 

El puente de la Constitución es la época del año preferida por las familias para realizar la matanza. Sin embargo, cada vez son menos las casas particulares que acuerdan sacrificar el cerdo. La tradición apenas la mantiene alguna gente mayor que se resiste a perderla. La posibilidad de adquirir el canal del animal, listo para su despiece, o incluso los embutidos, roba protagonismo al ritual gallego.

"A matanza vai en progresión decrecente. A xente compra nos matadeiros", explicó Manuel Fernández López, responsable del barquense Centro Veterinario Arume. "Cada vez hai máis negocios de elaboración de embutidos", añadió.

"Hai máis venda que o ano pasado", confirmó Guzmán Díaz Rodríguez, de la petinesa Industrias Cárnicas Murias SL. Coincidió con el veterinario barquense en predecir un futuro muy incierto para la matanza domiciliaria tradicional. "Á larga desaparecerá. Cada ano véndense menos cerdos vivos, para criar na casa", comentó. Ante estos cambios, esta empresa de Petín decidió ampliar su oferta vendiendo animales en canal, para que el comprador elabore los embutidos en casa, a su gusto. Además, lo ofrece ya despiezado, o bien los productos ya listos para su degustación. "A xente quere o embutido feito. Moitos non saben facelo", dijo. Eso sí, aclaró que en su elaboración no utiliza aditivos y que va en aumento la demanda de animales que no fueron alimentados con pienso, sino con pulpa, harina o patatas, entre otros productos. Esta casa cierra la campaña con una venta media que supera los 800 cerdos.

"A xente mata menos. Sae tan rendible comprar todo feito como cebar e matar", comentó José Hervella, de Embutidos Hervella, una industria ubicada en Manzaneda. Atribuyó este descenso al despoblamiento del rural y al trabajo que da la matanza domiciliaria. En esta cárnica también ofrecen la posibilidad de conseguir los cerdos en canal o bien la carne ya embutida para que el cliente la cure según sus gustos. De sus instalaciones salen más de 600 animales, a lo largo del año, unas ventas que busca incrementar la apertura de una tienda virtual, en "embutidoshervella.com", que ya le comenzó a ganar clientes lejos de las comarcas de Trives y Valdeorras.

Todos coinciden en predecir la desaparición de la matanza domiciliaria, si bien nadie se aventura a ponerle fecha, por lo que la tradición aún continuará durante algunos años. En todo caso, este invierno no está ofreciendo las condiciones más adecuadas para los embutidos, pues las altas temperaturas no ayudan a conservar la carne. Pese a ello, la situación podría ser peor con lluvia o con humedad, unas condiciones que, por el momento, no se dan. Son las consecuencias del calentamiento global. "O cambio climático acaba afectándolle a todo", dijo el veterinario Manuel Fernández.

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