La Dirección xeral exige duros requisitos técnicos a la empresa para que pueda reiniciar la actividad
La Dirección Xeral de Enerxía e Minas, dependiente de la Consellería de Economía e Industria, ordenó ayer la paralización de la actividad de la cantera de pizarra de Cavima, en San Vicente (Vilamartín). Este organismo justificó la decisión en la necesidad de “garantizar la seguridad”. También recordó que no es la primera vez que adopta una decisión de estas características, si bien la primera solo afectó a la parte de la explotación cuyos terrenos resultan inestables para la actividad minera, pudiendo continuar los trabajos en el resto.
Claro que la orden de ayer fue distinta, pues manda paralizar totalmente la actividad. “La empresa deberá garantizar la seguridad”, afirmaron fuentes de la Consellería. Explicaron que, al dictar la orden anterior, que sólo afectaba a una zona de la explotación, la Dirección Xeral de Minas planteó a la cantera que se adaptase a ciertos requisitos de marcado carácter técnico, que ahora vuelve a exigir para permitir el reinicio de la extracción de pizarra.
A primera hora de la tarde de ayer, fuentes de la pizarrera Cavima aseguraron no haber recibido ninguna comunicación ordenando la paralización, por lo que la explotación continuaba desarrollando su actividad habitual. “Non temos coñecemento da orde”, afirmaron y añadieron que, unas horas antes, durante la mañana, una representación de los trabajadores se desplazó hasta la delegación ourensana de Industria para buscar una solución al problema. “Estamos traballando para solucionalo”, dijeron.
En la pizarrera desvinculan las grietas de la carretera OU-807, que comenzaron hace 20 años, con la actividad de la cantera. “Estivemos 11 anos parados, entre o 2000 e o 2011, e seguiron aparecendo grietas, que coincidían coas chuvias. A estrada seguiu tendo problemas e os veciños non moveron un dedo para solucionar o problema”, afirmaron fuentes de Cavima y añadieron que la plantilla la forman 60 trabajadores, cuyos empleos se verán afectados por la paralización.
La orden de parar fue dictada dos días después de que la Diputación provincial colocase vallas en el tramo de la OU-807, el principal acceso a San Vicente, debido al peligro que suponen las últimas grietas que aparecieron esta semana sobre la calzada.
El Concello apremia una solución para la carretera
El corte de la carretera de acceso al pueblo movilizó a los vecinos, apoyados por trabajadores de las dos pizarreras a las que las vallas impiden usar su entrada principal: Pizarras Gallegas y Pizarras Salgueiro. Se concentraron tratando de impedir el acceso a Cavima.
Un día después, los técnicos de la Diputación, organismo titular de la carretera, se desplazaron hasta San Vicente para abrir un paso alternativo. Hay otros dos, pero el pueblo se queja de su pronunciada pendiente y los rechaza. A su vez, el pleno de la Corporación municipal, que preside la popular María Jesusa Candal Jarrín, acordó por unanimidad dirigirse al organismo provincial urgiendo una solución al problema.
Hubo una segunda propuesta, que presentó el concejal de Alternativa Popular Galega (APGa) Francisco Quintas González. Preguntó por la posibilidad de abrir expediente de suspensión de la licencia de actividad a Cavima, pero su planteamiento fue rechazado por la regidora por carecer de informes técnicos que lo avalen.
