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Una mosca reduce a la mitad la población de corzos provincial

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photo_camera Corzos en un monte del Tecor de Trives.

Los cazadores explican que depositan las larvas en los ollares del hocico y les impiden correr

Una mosca mantiene en jaque a la población de corzos de la provincia. Los cazadores afirman que, desde que hizo acto de presencia el insecto -hará de ello unos tres años-, el número de ejemplares de esta especie cayó preocupantemente. "Morreu a metade da poboación, ou máis", comentó José Luis Estévez Diéguez, presidente del Tecor (territorio cinegéticamente ordenado) de Casteloais-Chandrexa de Queixa.

La mosca Cephenemyia stimulator es la causante del problema. Deposita sus larvas en los ollares del hocico del corzo y, desde ahí, estas se desplazan por las vías respiratorias del animal, causándole problemas para respirar. Tal es así, que apenas puede echar a correr al ser atacado, dejándolo al alcance de cualquier depredador, como del lobo. "Cando corre cen metros asfíxiase. O animal non pode respirar e o collen outros", comentó Alfonso González Pérez, presidente del Tecor de Trives. "Ata un zorro pode matar un corzo infestado", confirmó José Luis Estévez.

Esta situación preocupa en el mundo de la caza. "Aquí, quedan moi poucos. Moitos dos que se mataron en recechos tiñan larvas", dijo Alfonso González. Aclaró que no hay constancia de la muerte directa de corzos a causa de las larvas, aunque en el colectivo de cazadores comentaron que sí puede afectar seriamente a aquellos ejemplares que estén débiles.

Este problema afecta fundamentalmente a los tecores que están localizados en terrenos bajos, de poca altitud, pues la infestación de la mosca no castiga tanto en los parajes de altura, según la experiencia de los cazadores.

La disminución de la población de corzos aumentó el malestar del colectivo de cazadores, quienes se sienten olvidados de las Administraciones. "Ninguén quere facer nada pola caza. Os coellos desapareceron e só estamos para pagar polos desbroces", protestó el presidente del Tecor de Trives, Alfonso González.

Precisamente, el descenso de la fauna de los tecores de Vilariño de Conso fue el detonante que llevó al Concello que dirige Melisa Macía Domínguez a presentar un proyecto que persigue su recuperación en la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda. Valorada en aproximadamente 40.000 euros, la propuesta incluye medidas como el acondicionamiento de fuentes de agua, la construcción de refugios para los animales o la realización de desbroces.


Un Tábano llegado desde Asturias


Los primeros casos de corzos afectados por la mosca Cephenemyia stimulator, perteneciente a la familia de los tábanos, estuvieron localizados en Asturias, adonde llegó desde Centroeuropa, y desde la comunidad autonómica vecina se expandieron por el Noroeste peninsular y, especialmente, por Galicia. El insecto, al detectar un ejemplar de corzo puede alcanzar los 40 kilómetros por hora en su vuelo para depositar las larvas en su nariz, cuando  un tábano normal no supera los 22,4 kilómetros por hora y una mosca común los 0,4.

Su presencia en los montes del oriente provincial fue confirmada por Manuel Fernández  López, de la clínica veterinaria "Arume", en O Barco. Confirmó los comentarios de los cazadores, referidos a la presencia de larvas en muchos animales. "Aparecen mortos con larvas", comentó. Explicó que el tratamiento más adecuado para combatir el insecto está basado en la utilización de un antiparasitario, la Invermectina. Esta puede aplicarse en los animales mediante el recurso a dos métodos: extenderlo sobre la piel del animal o por una inyección. Sin embargo, no parece sencilla la aplicación de ninguno de ambos procedimientos, por tratarse de fauna salvaje.

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