SOLIDARIDAD

El número de atendidos por Cáritas cayó un 10% este año

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photo_camera Partida de alimentos y otros productos donados por la Fundación Valdegodos a Cáritas barquense.

La práctica totalidad de las familias que recurren a la ayuda  de la ONG diocesana lo hace en busca 
de alimentos. La recuperación de la pizarra se nota en la actividad de la organización, a la que recurren 390 personas

El repunte de las exportaciones de pizarra lleva aparejado un mayor movimiento en el empleo. Este incremento de las contrataciones también fue apreciado en Cáritas Interparroquial de O Barco. "Sí, se va generando trabajo. El sector de la pizarra propicia movimiento", dijo su presidente, Julio Mourelo. Aludió a una actividad que en 2007 generaba 3.600 empleos directos y que una década después solo se aproxima a los 2.500. El inicio de la recuperación de las pizarreras influye en el descenso de un 10 % en el número de usuarios de la ONG, desde que comenzó el año hasta el 20 de junio.

La vuelta a contratar de las canteras no es la única causa de la bajada del índice de familias que recurren a Cáritas barquense. Lo explicó la trabajadora social, Isabel Álvarez, quien indicó que un factor determinante fue la jubilación de personas que, antes de que un bache las obligase a solicitar ayuda para salir adelante, habían cotizado a la Seguridad Social. Además, está la búsqueda de un futuro mejor en otras tierras, por la que se inclinaron otras personas.

Todos estos factores se aunaron para conseguir que las 151 familias que en el mismo periodo de 2016 habían recurrido a Cáritas de O Barco se hayan quedado en las 135 de este año. Traducido a personas, fueron 444 las que buscaron su colaboración hace un año, un dato que se quedó en 390 en lo que va de 2017. Este descenso se da a pesar de las 22 altas registradas en los últimos meses.

La práctica totalidad de las familias que acuden a la ONG diocesana lo hacen en busca de alimento, y no pueden sentirse defraudadas. Todo lo contrario. Los artículos que recogen en su banco de alimentos constituyen una parte importante de su "cesta de la compra".

La ayuda de Cáritas no es solicitada únicamente por familias en momentos difíciles, también los sintecho o transeúntes acuden a esta organización para demandar su colaboración. En este caso, la situación es totalmente opuesta y los 111 registrados en los seis primeros meses del año pasado alcanzaron los 125 en 2017, o lo que es lo mismo, el número aumentó un 12 %. Julio Mourelo indicó que los factores que influyen en este colectivo varían constantemente, por lo que es difícil encontrar una causa.

Con Valdegodos como benefactora

En Cáritas Interparroquial de O Barco están tremendamente agradecidos a la Fundación Valdegodos. Les sobran las razones para sus muestras de gratitud. Cuando alguna de sus estanterías se queda sin alimentos, como sucedió la semana pasada con la leche, saben que tienen a Valdegodos dispuesta a aportar su ayuda. Las necesidades más perentorias de la ONG barquense fueron subsanadas con la entrega de 1.310 kilos de diferentes artículos, incluidos pañales, valorados en 2.273 euros.

Fundación Valdegodos no es la única entidad que colabora habitualmente con la entidad que preside Julio Mourelo. Todos los meses, un vehículo del Banco de Alimentos Sil, con sede en Ponferrada, viaja hasta la villa barquense para transportar aquellos productos que pueden aportar a sus estantes. En los seis primeros meses del año fueron 3.262 kilos los que voluntarios bercianos entregaron para ayudar a familias valdeorreses. El Banco de Alimentos de Ourense también ofreció su colaboración en repetidas ocasiones, aunque en este caso los 120 kilómetros que separan O Barco de la ciudad suponen un gasto demasiado elevado para poder materializar la ayuda. Además, hay empresas colaboradoras, como Eroski, que ayuda periódicamente a la ONG y que donó 1.235 kilos de artículos en 2017.

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