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La obra del Julio Gurriarán, pendiente de la Hidrográfica

Pabellón Julio gurriaran
photo_camera Pabellón del colegio Julio Gurriarán, en O Barco de Valdeorras.

El Concello de O Barco envió el proyecto al organismo de cuenca por estar en zona de flujo preferente

La licencia municipal de la construcción del pabellón del colegio Julio Gurriarán está en manos de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil. Esta circunstancia la apuntó este miércoles el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien explicó como los técnicos municipales tuvieron que enviar el proyecto al citado organismo para recibir su visto bueno a la ejecución.

El regidor explicó que la ubicación del centro educativo, en el barrio de Calabagueiros, lo sitúa en una zona de flujo preferente, según aparece definida en el Plan Hidrológico 2016-2021 del organismo responsable de la cuenca.

"Enviamos el proyecto a la Confederación para que autorice la obra", explicó el alcalde, quien mostró su confianza en que este organismo no plantee problemas a su ejecución. En todo caso, el Concello aguardará a recibir el visto bueno para permitir el inicio de los trabajos. "La licencia no se la podemos dar mientras no llegue el informe del organismo de cuenca. No hay problemas, pero va a llevar tiempo", dijo Alfredo García.

Este martes, un técnico municipal asistió a la reunión convocada por la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil en Ponferrada para analizar el Plan Hidrológico y los problemas que plantea, así como para buscar soluciones a estos.

A la espera de reunir todos los permisos que permitirán acometer la construcción del demandado pabellón, la Xunta anunciaba la licitación de la construcción, que fue presupuestada en 441.000 euros.

El proyecto es fruto del convenio firmado por el Concello barquense con la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria. Su construcción viene siendo reclamada por la comunidad educativa desde hace más de una década, cansada de que los estudiantes saliesen del centro para realizar actividades deportivas.

El proyecto contempla el cierre del recinto, una exigencia que habían planteado los padres desde el primer momento. Asimismo, estará dotado con los servicios propios de este tipo de instalaciones.

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