El Plan Renove de la pizarra asigna ayudas a 50 empresas

photo_camera Colocación de cubiertas de pizarra en casas de O Barco (Foto: LR)

El sector reconoce un repunte de las ventas y las exportaciones, pero cuestiona los bajos precios

Los colocadores de pizarra agotaron la línea de ayudas que la Consellería de Economía e Industria asignó al Plan Renove. "Como cada ano, este Plan Renove da Lousa acadou bos resultados: tras pecharse o prazo da convocatoria, a Consellería xa está a tramitar medio centenar de apoios, cubrindo por completo o orzamento previsto", afirmó este organismo.

Industria asignó una partida de 200.000 euros a las subvenciones de la convocatoria de este año, cantidad que permitirá alcanzar una inversión total de 1 millón de euros en proyectos de mejora. "Este novo paso no apoio da Xunta a este sector se suma ao seu permanente compromiso co sector da lousa", afirmó la Consellería. Añadió que, en los últimos cinco años, destinó casi 3,2 millones de euros a las empresas del sector de la pizarra, partida que permitió desarrollar las dos ediciones anteriores del Plan Renove y acometer actuaciones de mejora competitiva, innovación, colaboración con los clusters empresariales y los centros tecnológicos "ou promover accións encamiñadas á mellora da seguridade e saúde laboral", según Industria.

En esta edición, la Xunta también pensó en los sectores del granito y de la teja. Cada uno de ellos se lleva la tercera parte de un total de 600.000 euros, lo que favorecerá una inversión total de 3 millones en la mejora energética de las viviendas. Según las estimaciones de la Consellería, el programa permitirá crear medio millar de empleos.

El presidente de la Asociación Nacional de Colocadores de Pizarra, Miguel Ángel Fernández, recibió con los brazos abiertos el Plan Renove. "Siempre es beneficioso para el sector", afirmó.

Las ayudas llegan en un momento en el que el sector parece comenzar a recuperar un movimiento que cayó en picado con la crisis de la construcción, en 2007. "La actividad en las cubiertas se está moviendo un poco más. Está remontando, pero aún estamos lejos de las cifras de hace años", explicó Miguel Ángel Fernández.

Uno de los problemas que afronta el colectivo de colocadores de pizara es el de los precios excesivamente bajos. La búsqueda de unas obras muy escasas obligó a las empresas a bajar las tarifas tanto que apenas alcanzan a cubrir los costes.

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