VALDEORRAS

El “porco" celta más rápido de toda Galicia reside en Rubiá

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photo_camera Mora, la hembra de porco celta que ganó el Concurso de Manexo de Silleda.

Raquel Méndez ganó el I Concurso Nacional de Manexo de Porco Celta de Silleda con Mora. Los 34 segundos que tardó en subir al remolque le permitieron superar a todos sus rivales.

El primer premio del I Concurso Nacional de Manexo de Porco Celta, que organizó la feria de Silleda, viajó a Rubiá. En este Concello valdeorrés tiene su explotación Raquel Méndez Ramos y en ella cuida con esmero a Mora, una hembra de porco celta que llegó con cuatro meses y que ahora tiene cinco años.

Todo comenzó cuando surgió la idea de organizar un certamen de guía de cerdos en Asoporcel (Asociación de Criadores de Ganado Celta). "Falamos de facer un concurso de manexo do porco celta. Trataríase de andar cos cerdos e ver quen o metía antes no seu remolque", comentó la productora de Rubiá, para explicar las sencillas normas que rigieron la prueba.

La idea cuajó en el colectivo de productores y Raquel Méndez y su Mora compitieron con otra media docena de concursantes. La destreza de su propietaria y la docilidad del animal fueron suficientes para permitirles hacerse con el primer premio, empleando apenas 34 segundos en realizar el recorrido diseñado.

La preparación de Mora no fue excesiva. "Os cerdos son intelixentes e Mora é especial, dígolle: ronca e o fai", explicó la flamante ganadora. Su ejemplar de raza celta pasó la mayor parte de su vida en una explotación que dispone de  una superficie de 26.000 metros cuadrados, alimentándose del fruto de los castaños que crecen en la finca. Son 26 los ejemplares que comparten este recinto, pero no todos seguirán por mucho tiempo en el lugar. La mitad de ellos lo abandonará próximamente para viajar hacia Lugo, donde está ubicado el comprador que habitualmente viaja hasta esta explotación. De Rubiá suelen salir con pesos que no varían excesivamente de los 120 kilos en canal, que es el más aconsejado para proceder a su venta.

Mora no fue un caso único en esta granja valdeorresa. Su propietaria también recuerda un macho, llegado desde el Instituto Ourensán de Desenvolvemento (Inorde), que demostró unos hábitos higiénicos más que curiosos. "Tiráballe calabacíns e os collía coa boca, os lavaba e despois os comía", explicó Raquel Méndez.

La cría de porco celta no es un negocio excesivamente rentable, al menos así sucede con la explotación que dirige Raquel Méndez. "Non me é moi rendible. O que saco coa venda queda libre para a comida do ano", explicó. Añadió que el precio de un ejemplar de este tipo de cerdo oscila en torno a los 600 euros.

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