VALDEORRAS

Los productores de aceituna buscan garantizar su origen

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photo_camera finca dedicada a olivar, en la comarca de Valdeorras.

Temen pérdidas porque aceituneros gallegos acuden a almazaras portuguesas por su bajo coste

 

Los productores de aceite gallegos apuestan por la calidad del producto y, para garantizarla, trabajan en la elaboración de un método que permita el seguimiento de la aceituna, desde que está en el olivo hasta que llega a la botella. Lo que es lo mismo: pretenden aplicar un proceso que determine la trazabilidad. Este propósito fue expuesto ayer por el valdeorrés José Antonio Marcos, tesorero de la Asociación de Productores de Aceite de Oliva de Galicia (APAG).

Determinar la trazabilidad de cualquier envase de aceite tiene un único objetivo: garantizar que el aceite de oliva virgen gallego que llega al mercado fue elaborado íntegramente con aceituna de los olivares de la comunidad autónoma.

Esta circunstancia se da en la mayoría de los casos pero, desafortunadamente, no en todos. Algunos productores valdeorreses, al igual que hacen en otras zonas de Galicia, llevan sus olivas a molturar en las almazaras de Portugal y en el país vecino ya no está tan claro que el líquido obtenido proceda de las aceitunas que le entrega un olivarero. Aquí, suelen reunirse varias partidas de aceitunas para abaratar los costes.

Este es precisamente el único atractivo de las almazaras portuguesas: su precio. Si la elaboración de un litro en Galicia viene costando en torno a los 2 euros, en el país vecino llegan a cobrar hasta 20 céntimos por esa misma cantidad.

José Antonio Marcos es fiel partidario de desarrollar todo el proceso en Galicia. "Hai que animar á xente a facer valer o noso", comentó. Es consciente de que, a largo plazo, lo barato ya no lo es tanto, como sucede cuando se pierde la imagen de marca. Otra razón reside en el transporte, pues llevar la cosecha al país vecino también tiene su coste. En la actualidad, los productores valdeorreses tienen tres almazaras muy cerca de casa, en el sur de Lugo, más concretamente: Quiroga y Figueiredo.


La meteorología afectó a los olivos en la floración


La presente campaña  no se está desarrollando como quisieran los productores de aceituna. La lluvia se alió con la niebla y el frío para causar estragos durante la fase en la cual los olivos están en floración, una circunstancia que tendrá consecuencias nada positivas en la cosecha.

El año pasado, los socios de APAG recogieron en torno a los 25 mil litros de aceite de oliva virgen extra (AOVE) de los aproximadamente 130.000 árboles que crecen en las 120 hectáreas de olivar  que tienen registradas. Según sus cálculos, los productores que no están asociados al colectivo trabajan una superficie muy similar. Precisamente, lograr el registro de todas las fincas es un paso fundamental para lograr la marca Indicación Xeográfica Protegida (IXP) que persigue la asociación ayudando a realizar los trámites de inscripción.

 

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