La infraestructura se recuperará con un viaducto, en un plan que incluye también un paseo peatonal
Los redactores del proyecto de la futura carretera de circunvalación de O Barco encontraron en un antiguo puente, actualmente prácticamente oculto, una de las dificultades técnicas del trabajo. Situado a la altura de Candís, a escasa distancia de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras), el origen de este interesante elemento patrimonial no es demasiado conocido.
Lo explicó el arqueólogo valdeorrés Santiago Ferrer. Comentó que el empleo de pizarra dificulta su datación, pues el método de colocación apenas sufrió variaciones de una época a otra. Añadió que la referencia más antigua de esta construcción corresponde al siglo XII y su ubicación lo sitúa en una ruta que discurría por la margen izquierda del río Sil y que estaría comunicado con otro puente, este ubicado en la localidad de Sobradelo.
El proyecto de la carretera de circunvalación de O Barco, que comunicará la N-536 con la N-120 y la futura autovía A-76, presupuestada inicialmente en 63,6 millones de euros, contempla la construcción de un viaducto de 2,5 metros de gálibo para superarlo. Lo anunció el director de la obra, Constantino Pato. Será uno de los cinco proyectados para la nueva infraestructura.
El responsable de la obra comentó que el propósito perseguido con esta actuación es recuperar la construcción medieval y para ello los redactores plantearon la posibilidad de que el puente sea peatonal, una medida que permitirá aumentar el número de visitantes.
No será el único tramo peatonal de la futura infraestructura. Desde el punto donde un viaducto de 460 metros salvará el río Sil y el yacimiento arqueológico romano, la carretera contará con un paseo peatonal, también apto para las bicicletas. Su construcción será continuada hasta O Barco, para que peatones y ciclistas puedan recorrer la distancia que separa O Barco de Sobradelo.
Transportistas: "A obra facía moita falta"
El director de la obra, Constantino Pato, destacó las técnicas utilizadas en la futura vía de comunicación, cuyo tramo más complicado es el que va encajado entre la ladera y el río Sil, en un trazado con numerosas curvas. "Se amplía la sección excavando del lado de la montaña", explicó.
No será fácil la construcción de este tramo de carretera y llevará su tiempo. "Habrá cortes y desvíos del tráfico importantes", advirtió el responsable de la actuación.
Estos problemas ya son considerados por los transportistas. El presidente de Conductores Asociados de Valdeorras (Coasva), Joaquín Tato, es consciente de las complicaciones que la ejecución del proyecto va a acarrear a quienes, como él, se dedican a transportar pizarra diariamente. Pese a ello, valora la obra como "moi necesaria. Facía falta".
