Los ladrones lo esperaron en el garaje de su casa y, después de agredirle en la cabeza, sustrajeron 1.500 euros y joyas
Un vecino de O Barco, Salvador Herrero Herrero (65 años), fue apaleado brutalmente hasta el punto en que requirió 50 puntos de sutura. Posteriormente, un persona a la que no pudo identificar la maniató y amordazó para robarle 1.500 euros y joyas. Los hechos tuvieron lugar en su vivienda, situada en la margen de un camino sin salida, conocido como Colmenar, en la carretera que enlaza la barriada de O Sierro y A Barxa.
El asalto se produjo en pleno día, pasadas las cinco de la tarde del lunes, cuando el sexagenario, que acaba de comenzar su jubilación, regresaba a casa después de pasar un rato con sus amigos jugando a las cartas en un bar. El hombre dedicó parte de su vida a la reparación de maquinaria.
El asaltante lo aguardaba dentro del garaje de su casa, en la que no había en ese momento nadie. Nada más aparcar el coche y al intentar salir, lo golpeó con una pala en la cabeza que cogió en el mismo bajo, provocando que cayera desvanecido al suelo.
Después, lo maniató con una cuerda y amordazó con un trozo de tela que también encontró en la cochera. Salvador Herrero, según explicó su esposa, Olga Rodríguez Casal, solamente vio a un ladrón, el hombre que lo agredió, pero la Guardia Civil sospecha que eran más y que tenían el robo perfectamente planificado, con el consiguiente reparto de tareas. Con la víctima inmovilizada, revolvieron toda la casa hasta apoderarse de 1.500 euros y varias joyas, según Olga Rodríguez. Acto seguido, se dieron a la fuga sin que los vecinos se percataran.
Salvador Herrero logró salir del inmueble y llegar hasta la carretera, donde pidió auxilio al primer conductor que pasó, un vecino de la localidad cercana de Éntoma, que alertó de lo sucedió a la Guardia Civil y a los efectivos de emergencia, que trasladaron al sexagenario al Hospital Comarcal de Valdeorras, donde fue atendido de una fuerte herida en la cabeza (precisó 50 puntos de sutura) y lesiones en los brazos y en un costado. Herrero ya se recuperaba ayer en su casa tras pasar toda la noche en el citado centro sanitario.
Mientras, la Guardia Civil realizaba una inspección ocular en el inmueble a la búsqueda de huellas que permitan identificar y detener a los delincuentes.
Regresó de jugar a las cartas más pronto que lo hacía otros días
La Guardia Civil no descarta que el ladrón optara por utilizar la violencia al verse sorprendido por el regreso del sexagenario a la vivienda.
Y se basan en la declaración de su esposa, quien aseguró que Salvador Herrero tenía la costumbre de quedar son sus amigos para jugar a las cartas después de comer.
El lunes siguió la rutina, pero la partida debió ser más rápida y regresó a la vivienda más pronto de lo habitual, cuando los supuestos ladrones estaban en plena faena. Su mujer también había salido a realizar tareas domésticas en otra vivienda. Conocía la hora en que llegaría su marido y cuando iba a su encuentro, ya la avisaron del asalto a la casa y la agresión.
Los investigadores no descartan que los delincuentes llevaran días vigilando los movimientos del matrimonio y aprovecharan cuando dejaron la vivienda sola para acceder al interior forzando una ventana lateral.
El robo causó preocupación entre los vecinos de la zona del O Sierro. Los residentes no se enteraron del asalto nada más producirse, pero ayer se extendió como pólvora. "Tiene habido robos en esta zona, pero sin utilizar la violencia", lamentó un residente.
El robo se produjo cuando aún no hace un mes que dos hombres armados con una pistola intimidaron a una mujer cuando caminaba por el exterior de la estación de ferrocarril, en el centro de la villa barquense, para robarle el bolso, en el que llevaba 250 euros. Este asalto se produjo sobre la una de la madrugada del pasado 6 de junio y los delincuentes encañonaron a la víctima con el arma.
Un día antes, fue asaltado el geriátrico de Larouco, en el que sustrajeron 4.000 euros y joyas. Durante el mes de febrero, fueron asaltadas tres viviendas en el municipio barquense.
