CRÍTICAS

La tala de dos cedros genera protestas en el pueblo de Arnado

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photo_camera Uno de los cedros fue talado ayer.

El propietario de la finca donde está el castillo afirma tener los permisos y la pedánea dice que están protegidos

La tala de un cedro del Canadá generó una fuerte polémica en el pueblo de Arnado, llegando a desplazarse hasta ese lugar una patrulla de la Guardia Civil. Los árboles están en una finca particular, donde está ubicado el conocido castillo del pueblo. Su propietario, Pedro Iglesias Noya, decidió cortar dos ejemplares de los ocho que crecen en sus terrenos para evitar el peligro que entraña la caída de ramas sobre la carretera de acceso al pueblo. Por su parte, trabajadores de la empresa que los corta aseguraron que están enfermos.

"Los árboles son míos y me ordenaron cortalos. Cayeron ramas y, si pasa algo, la responsabilidad es mía", dijo. Inmediatamente descartó que estuviesen protegidos y aseguró disponer del permiso de la Xunta. "Está todo en regla", aseguró Pedro Iglesias.

A su vez, la alcaldesa pedánea, Marilia López Krigel, pasó buena parte del día de ayer en el lugar intentando evitar la tala. Aseguró que sí están protegidos. "Es un crimen. No se pueden cortar. Ante la duda, debían parar", afirmó.

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