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“Está todo por hacer en el enoturismo de Valdeorras"

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photo_camera Ana Sánchez, socia de Entre Cepas Enoturismo.

Ana Sánchez analiza los lazos entre turismo y vino esta tarde en Vilamartín

El vino posee un gran poder de atracción en cualquier ámbito. Lo afirma  la licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales Ana Sánchez  Pavón, horas antes de viajar hasta Vilamartín. En esta localidad valdeorresa ofrecerá hoy, a partir de las 19,00 horas, la charla titulada "Turismo y vino". El

acto lo organiza el Foro La Región y se desarrollará en el centro cultural Santa Lucía.
La conferenciante comenzó su vida profesional en el mundo de la banca comercial, trabajando en el área de empresas durante dos décadas, antes de dar el salto al campo del enoturismo; hace de ello seis años. Fue entonces cuando ella y su hermana crearon la empresa Entre Cepas Enoturismo, una sociedad dedicada a la organización de actividades relacionadas con el enoturismo o la gastronomía, entre otras.

Ana Sánchez destacó los enormes beneficios que reporta la combinación de turismo y enología. "Nos permite aglutinar y aprovechar los recursos de una zona". El vino posee un tinte social muy pronunciado y permite sentarse ante una copa para disfrutar de los recursos que posee un territorio, desde los naturales o culturales hasta de las fiestas tradicionales. "El vino puede ser utilizado como hilo conductor para desarrollar todos los recursos de una zona".

Valdeorras es consciente de las muchas  posibilidades que ofrece el enoturismo. Sin embargo, esta actividad no está suficientemente desarrollada en la comarca. Hay otras zonas donde adquirió una gran importancia, las cuales llevan trabajando este campo muchos años, poniendo en marcha iniciativas y observando sus resultados. Sus empresas llevan mucho camino andado, todo lo contrario que las valdeorresas, que aún están empazando. Esta situación de posible desventaja también tiene un lado positivo: "En Valdeorras estáis empezando, está todo por hacer y podéis aprovechar la experiencia de otros que ya están funcionando", comentó la ponente y socia de Entre Cepas Enoturismo.

Hay mucho por hacer y casi todo por ganar, pues los rasgos que caracterizan al enoturista difieren mucho de los del turista convencional. "El perfil del enoturista es el de una persona de nivel sociocultural medio, que en la mayoría de los casos se desplaza en vehículo propio, bien en pareja o bien en grupos pequeños. Un rasgo importante es el de la edad, pues tiene entre 26 y 75 años, con lo cual, existe un mercado potencial muy grande", apuntó Ana Sánchez. También resaltó otra cualidad que vuelve sumamente interesante este tipo de turista: "Su gasto medio es superior al del turista común. Es un aspecto que puede resultar interesante para trabajar".

Ofertas atractivas
Los enoturistas se mueven en respuesta a las actividades que organizan las bodegas. Estas deben ser atractivas, aunque no precisan de unas grandes infraestructuras. "Se trata de poner en valor lo que tiene cada uno; de hacer un análisis y ver cuáles son los puntos fuertes, qué pueden aportar y que lo diferencia del resto para trabajar más esa línea". 

Los turistas enológicos gustan sobre todo de implicarse en el proceso de elaboración del vino. Según apunta Ana Sánchez, "les gusta conocer en primera persona la historia que hay detrás". Son amantes de la naturaleza y huyen de las actividades que requieren complicados equipos. Practican un turismo extremadamente vivencial, de participar en las experiencias, prefieren las actividades cercanas y agradecen poder mantener una intensa comunicación con los guías en sus desplazamientos.

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