VALDEORRAS

La Universidad investiga el uso del regadío en el viñedo

photo_camera El viticultor de A Rúa, Germán Rodríguez, muestra la estación meteorológica colocada en la viña denominada Fornos (Foto: J.C.)

Los primeros resultados de la viña ruesa Fornos solo reflejan cambios en el riego subterráneo 

El buen tiempo y la apertura de la cooperativa Jesús Nazareno, en O Barco, propiciaron que la vendimia se generalizase en la Denominación de Orixe Valdeorras. Las últimas lluvias comenzaron a dañar la cosecha, sin embargo, la amenaza del cambio climático hace pensar en futuros tiempos de sequía y los investigadores decidieron tomar medidas. Una de ellas es la experiencia iniciada en la viña Fornos, de una superficie de 12.000 metros cuadrados y cuyas uvas van a parar a los tinos de la bodega ruesa a la que da nombre: Fornos GRS. Aquí, hace dos años comenzó un proyecto que pretende determinar los efectos del regadío.

La práctica totalidad de la uva de Fornos acabó en los tinos de la bodega de A Rúa, aunque no toda, una partida de 400 kilos fue repartida entre el Departamento de Ingeniería Agroforestal de la Escuela Politécnica Superior, perteneciente al Campus lucense de la Universidad de Santiago de Compostela, y la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia, dependiente del Instituto Galego da Calidade Alimentaria “Evega-Ingacal”, según el boletín de la Universidad. Personal de estos departamentos se desplazó hasta el viñedo valdeorrés para vendimiar las cepas en la experiencia de utilización de sistemas de riego. Los trabajos, financiados con fondos FEDER, también se desarrollan en viñas de las otras cuatro denominaciones de origen gallegas: Monterrei, Rías Baixas, Ribeira Sacra y Ribeiro. Comenzaron en 2012 y finalizarán con la presente vendimia. Después, solo restará conocer los resultados.

El proyecto investigador lleva por título “Influencia de diferentes prácticas culturales en el estado hídrico de viñedos del Noroeste de España: valoración agronómica y económica” y lo dirigen los doctores José Manuel Mirás Avalos y Javier Cancela. Son dos sus principales objetivos: evaluar la necesidad de agua de las viñas y determinar que sistema de regadío es el más adecuado. En palabras de Germán Rodríguez Salgado, propietario de la viña Fornos: “ver como evoluciona a planta e, sobre todo, a producción e a elaboración do viño”.

Los investigadores realizaron microvinificaciones y exámenes organolépticos con las uvas recogidas en las dos vendimias anteriores: 2012 y 2013, pero aún habrá que aguardar a que estén finalizados los de la fruta recogida a principios de mes para conocer los resultados definitivos. En todo caso, Germán Rodríguez adelantó que, en base a los datos obtenidos hasta ahora, apenas hay diferencia en las características de los vinos obtenidos de cepas sometidas a un sistema de riego aéreo y las de aquellas que no fueron regadas. La evaporación parece haber sido determinante al minimizar los efectos del agua. Las únicas variaciones, aunque no excesivas, fueron detectadas en el riego subterráneo. Según el viticultor, este método arrojó ciertas diferencias en la acidez y el grado alcohólico.

Para desarrollar el proyecto, los investigadores realizan el seguimiento de tres filas de cepas sin riego, otras tantas con un sistema hídrico de goteo aéreo en otras tres y dejando el mismo número para probar los conductos subterráneos. Además, colocaron sensores en la tierra y una estación meteorológica, que, por medio de una emisora, transmite datos telemáticamente a la Universidad. Esta última, instalada por el Instituto Tecnológico de Galicia.

Una cosecha inferior a la de 2013

La vendimia 2014 no fue excesivamente buena para la viña Fornos. Su situación, en un paraje con abundante agua,  permitió desarrollar el proyecto investigador de los sistemas de regadío. Además, su orientación le permiten muchas horas de sol, lo que se traduce en una realización temprana de los trabajos de vendimia. Germán Rodríguez explicó que suele estar entre las tres bodegas que abren la campaña, con Godeval (O Barco) y María Teresa Núñez (Petín). Este año, vendimió el 4 de septiembre, pero los resultados no fueron los deseados. Las inclemencias meteorológicas registradas durant el periodo de la floración redujeron en un 10 % una producción de 20.000 botellas de godello y 18.000 de mencía.

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