Deberán presentar una certificación de que están trabajando para poder usar las duchas.
Una representación de los vendimiadores acampados en O Aguillón y la alcaldesa de A Rúa, María González Albert, llegaron ayer a un acuerdo que les permitirá usar las duchas del polideportivo municipal. Eso sí, solo podrán asearse quienes muestren un contrato o algún otro documento de la bodega para la que trabajan si quieren tener acceso a las instalaciones. Otros años, les bastaba con anotar su nombre y el DNI en el Concello.
La reunión tuvo lugar después de que las aproximadamente 30 personas llegadas hasta A Rúa para trabajar en la vendimia se quejasen, e incluso amenazasen con movilizaciones, de que las exigencias municipales les hacían prácticamente imposible darse una ducha al finalizar la jornada laboral. Una de las protestas formuladas antes de la reunión giró en torno al periodo de solicitud del permiso: en horario de mañana. "Hai xente que nin sequera ven a comer", comentó un vendimiador. También aludieron a los días que transcurren desde que acaban en una bodega y esperan la llamada de otra.
Las diferencias podrían haber quedado resueltas, al menos para quienes poseen contratos. Lo afirmó uno de los acampados, quien explicó que el Concello manejará una lista de vendimiadores.
La regidora, María González, explicó que este año, los vendimiadores deben compartir los baños con los trabajadores de Seaga. Añadió que las exigencias buscan dejar las duchas únicamente para quienes llegaron a A Rúa para trabajar en la vendimia.
También recordó que otros años, el lugar de acampada quedó lleno de suciedad. "Estamos encantados de que veñan, só pedimos un mínimo de axuda. Ningún outro Concello lles da tantas facilidades como A Rúa, nin o Consello Regulador", dijo.
La reunión tuvo lugar después de que las aproximadamente 30 personas llegadas hasta A Rúa para trabajar en la vendimia se quejasen, e incluso amenazasen con movilizaciones, de que las exigencias municipales les hacían prácticamente imposible darse una ducha al finalizar la jornada laboral. Una de las protestas formuladas antes de la reunión giró en torno al periodo de solicitud del permiso: en horario de mañana. "Hai xente que nin sequera ven a comer", comentó un vendimiador. También aludieron a los días que transcurren desde que acaban en una bodega y esperan la llamada de otra.
Las diferencias podrían haber quedado resueltas, al menos para quienes poseen contratos. Lo afirmó uno de los acampados, quien explicó que el Concello manejará una lista de vendimiadores.
La regidora, María González, explicó que este año, los vendimiadores deben compartir los baños con los trabajadores de Seaga. Añadió que las exigencias buscan dejar las duchas únicamente para quienes llegaron a A Rúa para trabajar en la vendimia.
También recordó que otros años, el lugar de acampada quedó lleno de suciedad. "Estamos encantados de que veñan, só pedimos un mínimo de axuda. Ningún outro Concello lles da tantas facilidades como A Rúa, nin o Consello Regulador", dijo.
