RUBIÁ

Los vertidos proliferan en el parque de Enciña da Lastra

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photo_camera Una batería recogida del río Galir, repoblado con cangrejo autóctono por la Xunta.

Vecinos de Rubiá reclaman la limpieza de los escombros de construcción, plásticos o baterías

Ciertos parajes del parque natural de Serra de Enciña da Lastra, en Rubiá, ofrecen la imagen que  menos le gustaría encontrar a los visitantes. Los montones de basura y residuos arrojados por desconocidos en medio del monte, e incluso a las aguas del río Galir, preocupan a un buen número de vecinos. Estos reclaman un mayor cuidado para el entorno, que conlleva la retirada de los residuos.

En un rápido paseo por este espacio protegido, declarado parque natural el 3 de mayo de 2002 y cuya superficie supera las 3.151 hectáreas, los visitantes pueden encontrar un poco de todo. Desde montones de residuos procedentes de la construcción de obras hasta bidones de chapa oxidada abandonados hace tiempo en el lugar, sin faltar los plásticos, botellas e incluso los grandes tubos de cemento.

Una de las corrientes de agua que discurre por el parque es la del río Galir, que hace casi una década eligió la Xunta para la suelta del cangrejo autóctono, buscando evitar su desaparición.

El estado de conservación actual del cauce tampoco es excesivamente esmerado. Limpiado periódicamente por los vecinos, estos depositan sobre la orilla la basura retirada. Entre los plásticos, botellas y alguna caja de cerveza vacía que lo ensucian llama poderosamente la atención una batería de coche, un residuo muy contaminante que parece ser abandonado con demasiada frecuencia en esta corriente.

Las mismas fuentes vecinales aseguraron que el problema de los basureros incontrolados fue puesto en conocimiento de las administraciones en varias ocasiones, pero añadieron que estas no hicieron demasiado caso de sus peticiones.

Consideraron inaceptable el estado de un parque natural que podría ser una importante fuente de ingresos para la zona y que, en lugar de eso, únicamente conlleva restricciones a las prácticas que la población desarrolló durante toda la vida. Desde el Concello de Rubiá, el alcalde, Elías Rodríguez, aseguró ayer no tener constancia de ninguna queja por la existencia de basura en Enciña da Lastra. En este sentido, aseguró que los residuos no fueron vistos por los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturelaza) de la Guardia Civil. "Ten habido avisos de residuos do Seprona e nos tentamos localizalos e retiralos", explicó el regidor.

Elías Rodríguez confía en que la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, responsable del parque, contrate las brigadas de limpieza en las próximas semanas y retiren la basura.

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