Eventos famosos de la provincia, como la Festa do Pulpo de O Carballiño, dejan hasta 70.000 kilos de basura en el recinto ferial, entre plásticos, botellas, bolsas y demás restos inorgánicos.
Toda celebración, además de música, bailes y alegría, genera mucha basura. Por mucho que se evite pensarlo, después de la sesión vermú, de una comida popular o de la verbena nocturna, el campo de la fiesta se despeja de gente y aparece, de repente y sin que nadie la haya invitado, un montón de mierda.
Terminará el verano y con él la lista interminable de encuentros y festejos de la provincia, pero se quedarán las toneladas de basura en el recuerdo de aquellos que gestionan y se ocupan de la recogida de residuos. Encuentros multitudinarios recientes, como la Festa do Esquecemento en Xinzo de Limia, se realizan al aire libre. El entorno natural, por tanto, recibe de primera mano las consecuencias de la celebración. Vasos o bolsas de plástico pueden acabar cerca del río Limia, afectando así no solo a la limpieza de sus aguas, sino también a los ecosistemas circundantes. Desde el concello, no obstante, señalan que este no es el evento más sucio de la localidad, puesto que se lo lleva sin dudarlo el famoso Entroido.
En Carballiño, como así lo confirma su edila de Medio Ambiente, sus subordinados lidiaron con alrededor de 70 toneladas de basura en la última de las ediciones de la Festa do Pulpo, casi tantas como el peso de todos los cefalópodos consumidos. Y, aunque "el comportamiento fue medianamente cívico -explica la concejala-, lo que sí no hemos sido capaces de concienciar a los asistentes en la necesidad de reciclar. La mayoría dejó sus residuos en las bolsas, cerradas eso sí, en el lugar en el que comieron, pero sin la recomendable separación por materiales", afirma.
En Verín, lo sufrieron también con su reciente Batucada. Pese a la instalación de contenedores en la plaza, García Barbón amaneció rodeado.
Breve decálogo de consejos para mantener limpio el medio
Existen multitud de campañas que promueven el ocio sostenible y respetuoso con el medioambiente. Diversas organizaciones elaboran cada año listas de consejos y maneras alternativas para viajar y disfrutar del verano sin olvidarse de cuidar el entorno.
Se recomienda, en caso de realizar largos desplazamientos en la época estival, utilizar el transporte colectivo o compartir el vehículo privado con más compañeros, reduciendo así el impacto ambiental. Por otra parte, si el destino es un enclave natural, es necesario conocer y respetar las normas específicas de la zona, además de evitar lanzar residuos de cualquier tipo, ya que objetos simples como una botella de plástico tardan años en degradarse. En lugares como las playas, la basura termina fácilmente en el mar, pudiendo causar daños físicos en la población marina. Los desperdicios se deben depositar, siempre, en su contenedor adecuado. Además, en España, uno de los países más afectados por los incendios forestales, es necesario prestar mucha atención a todos aquellos materiales combustibles y susceptibles de prender, como las cerillas o las colillas de los cigarros.
NO SOLO RECICLAR
Desde las organizaciones medioambientales se recomienda no solo reciclar, sino también reducir la cantidad de basura generada. Un gesto sencillo como reutilizar las bolsas de plástico supone un gran cambio en la cantidad de residuos que cada año se recogen en el país. Y cuando ya no tengan más vida útil, se deben depositar en el contenido amarillo.
