Estas mujeres ourensanas marcaron un antes y un después en campos como la ciencia, la medicina o la política. Ellas decidieron combatir las barreras que se les imponían por el hecho de ser mujeres. Por eso, recordarlas es una forma de homenajear su lucha.
Posiblemente desconocías que estas mujeres ourensanas marcaron un antes y un después en campos como la ciencia, la medicina o la política. Ellas decidieron combatir las barreras que se les imponían por el hecho de ser mujeres. Por eso, recordarlas es una forma de homenajear su lucha.
La primera ginécologa
Olimpia Valencia López nació en Baltar el 14 de diciembre de 1898 y consiguió, en el año 1925, ser la primera mujer gallega licenciada en Medicina, para conseguir más tarde ser también la primera ginecóloga de la comunidad. Fue también una mujer comprometida políticamente con su tierra, por lo que fue represaliada en el franquismo. Aún así se mantuvo profesionalmente activa hasta los ochenta años.
El primer detergente líquido
María Eugenia Pereira Rodríguez nació en O Carballiño en 1895. Tras estudiar Química, creó su propio laboratorio químico, donde ideó una pasta y un líquido dentífricos, lo que después se convirtió en el primer detergente líquido que se utilizó en España.
Una vida entre Cuba y Ourense
En 1887 nacía Xesusa Prado, que con veinte años tuvo que emigrar con su padre a Cuba. Fue desde allí donde desarrolló su conciencia social y cultivó su pasión: la escritura. En torno al año 1934 regresó a Ourense y regentó la conocida "Tintorería alemana" e ingresó en el Partido Comunista Español (PCE). Fue apresada tras participar en las grandes huelgas obreras de Asturias. Tras quedar en libertad, regresó a la isla cubana, donde falleció en 1971.
Alcaldesa de Vigo
La ourensana Emma González nació en 1931 y fue la primera alcaldesa que tuvo la ciudad olívica en 1978 y una de las tres mujeres que formaron parte del primer Parlamento Gallego.
Antonia Ferrín, astrónoma
La primera mujer en leer una tesis doctoral en astronomía en España, en 1963, fue una ourensana. "Observaciones de pasos por dos verticales" era el título. Tercera de cuatro hermanas, Antonia Ferrín creció con un padre que era maestro y que, al contrario de las costumbres de la época, quiso que sus hijas realizaran estudios superiores.
