Varios cientos de personas disfrutaron en el municipio termal de la octava edición de la "Feira de Artesanía e Porco Celta", de inspiración medieval
Imposible resistirse ayer en Cortegada a probar alguna de las degustaciones culinarias a base de productos de la tierra y del mar que, desde las once de la mañana, aromatizaron las calles de la localidad con motivo de la "Feira de Artesanía e Porco Celta".
El municipio termal se vistió de gala para la octava edición de su evento veraniego por excelencia, que ya arrancó el sábado con los espectáculos de Aéreo Soños y Abódriga. La jornada dominical amaneció con la apertura del mercado de artesanía, donde una veintena de artistas exhibieron piezas únicas de bisutería, decoración, productos textiles y de repostería.
Como un reloj, poco antes de las dos de la tarde, las filas de comensales comenzaron a proliferar en el entorno de la zona gastronómica, cuya oferta ofrecía diferentes menús a base de porco celta "ao espeto", paella de marisco, vino de O Ribeiro y la tradicional bica.
Vecinos y veraneantes disfrutaron durante toda la jornada paseando y comprando por un mercado, de inspiración medieval, donde no faltó la ambientación musical, las exhibiciones de los bufones y de cetrería, así como los bailes, como el protagonizado poco después de mediodía por los niños y niñas del municipio. Si bien, para los más pequeños de la casa, la actividad más esperada y concurrida fue la zona de hinchables.
