Ourense y Portugal tienen bien colocados los marcos, aunque haya lugares en los que sus vecinos necesitan dar poco más de cuatro zancadas para poner el pie en otro país. La "raia" esconde paraísos acuáticos, fiestas de "bruxas" y un pequeño Tíbet luso. Todo a pocos kilómetros de la frontera.
As Sete Lagoas
La imagen habla por sí sola. El truco para llegar a estas pozas naturales está en una caminata de casi una hora por zonas de difícil acceso. La recompensa son siete pozas diferentes, con cascadas y agua cristalina. Se encuentran dentro del Parque Nacional de Peneda-Gerés, próximas a la localidad de Xertelo. El río Cávado acoge cada verano a visitantes atraidos por este paraíso natural para refrescarse en lo alto de la montaña.
Termas do Peso
Para los menos aventureros que quieren disfrutar de una opción acuática están las termas de Melgaço. Dicen que sus aguas tienen propiedades terapéuticas, algo que conocemos bien los ourensanos. El balneario, en un entorno privilegiado de árboles centenarios encargados de que allí solo habite el relax. El edificio decimonónico que alberga las temas completa la belleza de la visita.
Montalegre en viernes 13
Contar esta curiosidad en verano cuando el calendario no señala la fecha hasta octubre tiene un motivo. ¿Sabía que los alojamientos cuelgan el cartel de completo en esta villa semanas antes del viernes 13? La "Noite das Bruxas" llena de misticismo este rincón luso, que prepara una queimada para ahuyentar los malos espíritus y atraer buena suerte. Montalegre tiñe cada esquina de misterio con disfraces, música y fuegos artificiales. Contemplar el espectáculo frente al castillo medieval es una experiencia que hay que vivir una vez en la vida. ¡Y está ahí al lado!
Nossa Senhora da Peneda
Este santuario se encuentra en Gavieira, en el concello de Arcos de Valdevez. Integrado en el Parque Nacional de Peneda-Gerés, ya merece la visita solo por la preciosa escalinata para acceder al interior, el "escadório das virtudes". Un gran "penedo" en lo alto de la montaña da nombre a este edificio religioso perdido en la naturaleza. Además, celebra la fiesta de su patrona a finales de agosto. La romería popular dura nada más y nada menos que una semana.
El Tíbet de Portugal
Esta aldea de poco más de 300 habitantes es conocida como el "Tíbet portugués". Sistelo, en Arcos de Valdevez, es una panorámica de "socalcos" que recuerdan, en miniatura, a la región de la meseta tibetana. Huyendo de apodos, Sistelo tiene mucho que ofrecer: un castillo y un conjunto de hórreos o lavaderos antiguos decoran esta parroquia de casitas desperdigadas en el intenso verde de los montes del norte portugués.