VERANO

Época estival: ¿Estrés asegurado?

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photo_camera Las tardes en la piscina, uno de los planes más comunes en la provincia para las tardes veraniegas.

Pasar más tiempo con la familia y con los amigos, la desaparición de la rutina y los horarios establecidos y el aumento de las temperaturas pueden volverse armas de doble filo en estos meses, tal y como demuestra un estudio realizado en España 

Cualquiera diría que existen personas a las que no les gusta el verano. Es esa época de olor a crema solar, de largas comidas con amigos y familiares, de tiempo libre para disfrutar de los pequeños placeres cotidianos y de viajes esperados durante meses. Pero no todo el mundo es más feliz en estos meses, y un estudio de una consultora especializada en salud y bienestar así lo demuestra. De hecho, 1 de cada 6 españoles "odia" las vacaciones de verano. Como lo leen.

Entre las razones de este fenómeno se encuentran algunas como el aumento de las temperaturas, la necesidad de gestionar viajes y alojamientos, la convivencia con familiares y amigos, la gestión de tareas domésticas o el aumento de la preocupación por la imagen física.

El análisis también revela que hasta un 15% de los españoles declaran sentir ansiedad al llegar la época veraniega, aunque lo lógico sería pensar que el tiempo libre relaja y calma la mente, parece ser que no para todos funciona de la misma forma. Existen dos tipos de persona a los que no les gusta el verano: por una parte, aquellos adictos al trabajo que se resisten a desconectar y por otra, aquellos incapaces de asumir las rutinas propias de la época estival. En el primer grupo se encuentran aquellos profesionales competiticvos que buscan el éxito por encima de la satisfacción personal que aportan las relaciones sociales. El segundo grupo estaría compuesto por aquellos que se estresan con el aumento del tiempo compartido con familiares y amigos, así como la falta de horarios establecidos, la imposición de una suerte de "anarquía". Otro factor reseñable es el aspecto físico, que en estos meses se convierte en foco de atención al exponerse con mayor asiduidad.


Consejos para relajarse


Del mismo modo que el resto de estaciones, el verano siempre pasa. Pero mientras todavía dura el mes de agosto y las vacaciones continúan, aquí van varios consejos a modo de píldoras para no dejarse atrapar por la espiral de estrés.

En primer lugar, y más importante, cuando la ansiedad ataca es necesario hacerse consciente de la respiración.

Técnicas de relajación como la mindfulness recomiendan poner atención a cómo entra y sale el aire durante unos minutos, hasta que el ritmo recupera la normalidad. Es un modo de "empezar de cero", de resituarse y de tomar conciencia del lugar que nos rodea. Es el momento perfecto para oler, mirar, escuchar y tocar todo lo que está alrededor. Si hay alguien cerca, no está nada mal entablar una conversación sobre cualquier tema, ya que la atención se desvía hacia otros temas, fuera de los pensamientos repetitivos y negativos propios del estrés. Otra forma de relajarse es realizar alguna actividad con la que se disfrute. No importa si es caminar, cocinar, pintar, ordenar, hacer flexiones, ver una película, tocar un instrumento o ir a tomar una caña a una terraza con los amigos. Lo más relevante es que la mente se calme, del mismo modo que un niño agitado necesita relajarse para ir a dormir. Ella también parece un espíritu incontrolable, pero no lo es tanto como podría parecer. Cada vez que se dispersa y vuelve a "enmarañarse", nada mejor que volver a llevarla a la actividad que estés realizando. La clave es guiarla y ejercitarla como los músculos en el gimnasio: con tesón, esfuerzo y mucha paciencia.

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