Grupo Hiroshima, a la busca de la complicidad del público

photo_camera Componentes del grupo Hiroshima en el escenario

El conjunto nació en 1994 y este año grabarán un disco para celebrar su vigésimo aniversario

El grupo Hiroshima fue fundado en Vilagarcía de Arousa en 1994 de la mano de Moisés García, Enrique García, Merche Morillas y Luis. Los cuatro fundadores siguen formando parte del grupo veinte años después. En este tiempo, Hiroshima ha ido sumando integrantes hasta este año, que superan su récord con 8 músicos en escena: como vocalistas, Luís Nogueira, Javier Martínez, Cristian Amoedo y Merche Morillas. En la batería y como director está Kike García, Abrahán Sande a la guitarra, David Vega en el bajo y Alberto Carrasco en los teclados.

El equipo de montaje, sonido e iluminación está compuesto por Moisés, Luis, José, Carlos y el chófer, Javier. Se mueven por toda Galicia y por varias zonas de España como Cantabria, Asturias, Zamora y Valladolid. Cuentan con una media de 90 actuaciones al año.

Su repertorio es bastante variado, con un primer pase compuesto de mexicanas, pasodobles, rancheras pero donde no falta nunca una balada llamada “Tengo ganas de ti”. Para cerrar este pase, más nostálgico y dedicado a un público de más edad, utilizan la famosa canción “Cuéntame”, que ha vuelto a cobrar popularidad tras convertirse en banda sonora de la serie más famosa de la Televisión Española. En cambio su segundo pase es más cañero pero bailable también, dirigido a la juventud con temas modernos y actuales. Suelen cerrar su actuación con “Dolores se llamaba Lola” , tal vez la canción más solicitada en las verbenas y fiestas gallegas.

Joven y dinámico, así se podría definir al grupo Hiroshima. Como elemento más característico suyo, además del repertorio de canciones e interpretaciones, es la implicación que tienen con el público, ya que son los primeros en bajar del escenario para que todos participen en sus canciones pasando el micro entre algunos de los espectadores.

Todo esto es agradecido por el público, que muchos les siguen por sus actuaciones, como es el caso de algunas zonas de Pontevedra o Vilagarcía, donde tienen fans que no se pierden su espectáculo.

Cristian, uno de los cantantes, se queja de que “muchas veces se hacen muy duras porque tocas en un pueblo por la noche, y casi sin dormir tienes que estar en otro pueblo haciendo la sesión vermut”, pero aun siendo duro, “la vida de la verbena es muy bonita y hay que vivirla para entenderla”.

Cuentan la anécdota de que en una actuación en la que el bajista se disfraza de Mario Vaquerizo para interpretar una de sus canciones. El resto del grupo estaba emocionado e intentaron bajarle los pantalones cuando, sin darse cuenta, le habían bajado los calzoncillos también. El bajista continuó con la actuación como si nada y después al terminar la canción se rieron con el público de lo que había ocurrido.

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