No hace falta salir de nuestra bella provincia para ser buenos domingueros, solo con cambiar de concello, ya pueden sentirse viajados. Así que al Concello de Coles que nos vamos
Ya es domingo, ya es domingo, ya es domingo... ¡Qué vivan los planes de domingo y los domingueros! Si están pensando que los voy a mandar a Samil con una nevera portátil y una colchoneta inflable, ya les digo que no tienen clase ninguna. Porque hasta dentro de los domingueros hay clases, queridos. Para empezar, no hace falta salir de nuestra bella provincia para ser buenos domingueros, solo con cambiar de concello, ya pueden sentirse viajados. Así que, al concello de Coles que nos vamos, margen derecha del río y carreterita de Barra de Miño.
Podría parar aquí y no recomendarles ni tan siquiera un destino final pues las vistas desde la carretera son tan bonitas que merece la pena el propio paseo. Vayan despacito, (imprescindible que no sean ustedes lo que conduzcan para poder ir mirando bien todo el paisaje), bajen las ventanillas, respiren bien, chillen de placer, ¡sean domingueros, qué demonios!
Diez minutitos y llegaron: embarcadero de Rivela. Varias opciones:
a) quedarse como bobos mirando el paisaje natural: qué bonito, qué bien cuidado, qué ignoto
para nadie que no sea de aquí, qué lujo tener esto a diez minutitos de la ciudad…
b) sentarse en el bar del embarcadero, pedirse un lo que sea y volver al punto a) quedarse como bobos mirando el paisaje natural.
c) darse un paseo por el sendero peatonal que está entre el embarcadero y el regato Vilanova y, otra vez, volver al punto a) quedarse como bobos mirando el paisaje natural.
Si quieren hacer noche y cenar, también hay un Restaurant que, dicen, es de lo mejorcito. Yo, personalmente, soy más del chiringo: ya saben que cerveza y belleza es una rima que me va mucho. Y esto les cuento y hasta el martes me despido. Échenme de menos.
Mira Ourense / Indecisión
Yo quiero que vuelvan a abrir esta taberna.
Porque está muy cerca de mi casa.
Porque tiene pinta de ser (haber sido, poder volver a ser) un tugurio super underground.
Porque la calle donde está también se llama “2 de Mayo” y, obviamente, me recuerda al barrio de Malasaña donde no lo pasaba nada mal.
Porque esa zona se convertiría en el no va más y siempre habría ambiente noctámbulo cerca de mi casa. Uh, espera…
Ahm… Eso sería ruido, olor a pis, vómitos…
Uy, no. No, no.
No, que dejen así esta taberna. Cerrada. Para siempre jamás. Ris ras.
Dulce Hogar / Escuchando
Estando en casa hay, básicamente, dos formas de escuchar música. Una es tenerla como música de fondo mientras haces otra cosa. La otra es escucharla sin hacer nada más, prestándole atención, como se ve una película o se lee un libro. Es esta segunda forma la que hoy les recomiendo para su ocio doméstico. ¿El disco? El “Sargent Pepper´s Lonely Hearts Club Band” de los Beatles.
Entonces, pongan el vinilo (si no son guays y no tienen vinilos, no pasa nada, pueden ponerlo en cedé e incluso en Youtube, nadie lo sabrá), revisen bien los altavoces (es uno de esos discos en los que no sale lo mismo por ambos altavoces, así que si uno de ellos no está bien conectado, se perderán la mitad de cada canción), pónganse cómodos y a ello.
Aunque si no lo han hecho nunca, les recomiendo que escuchen el disco entero, también les digo que, así como la 1, que da nombre al disco, es un temazo, la 2, “With a little help from my friends”, es de las más prescindibles del disco: infinitamente mejor la versión que hizo Joe Cocker. Yo suelo pasar de la 1 a la 4, directamente. La 4, “It´s getting better”, es una canción de las menos conocidas pero, sin embargo, muy chula. La 6, si han leído la letra, es una canción tan conmovedora que es difícil escucharla sin emocionarse. De ahí pueden pasar a la 8 “When I´m 64”, un tema redondito y sin pretensiones. Y a partir de esa, todos son temas que se pueden escuchar mil veces y encontrar siempre cosas nuevas. La verdad que es un discazo.
